Consejo Supremo Indígena de Michoacán recuerda a desaparecidos de su lucha

Michoacán.- El Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), consejo autónomo e independiente de gobiernos, partidos políticos y órdenes religiosas, conformado por autoridades civiles, comunales y tradicionales de 60 comunidades originarias, que caminamos colectivamente en la búsqueda de nuestra autodeterminación, autonomía y autogobierno, declaramos conjuntamente lo siguiente:
En el pueblo p´urhépecha, al igual que en los diversos pueblos originarios de México, mantenemos un largo caminar de resistencia, lucha y dignidad de más de cinco siglos, nuestros antepasados han combatido en contra de la invasión y la colonia española, han luchado en la independencia y en la revolución y han presentado batallas por la defensa de su territorio y la madre tierra.
En este largo caminar hemos padecido represiones, asesinatos y desapariciones, en el caso de las desapariciones forzadas en Michoacán, mantienen su inicio en el año 1974, fecha en que fueron detenidos, torturados y desaparecidos cinco integrantes de la familia Guzmán Cruz, originaria de la comunidad p’urhépecha de Tarejero y Rafael Chávez Rosas, originario de la comunidad indígena de Caltzontzin.
A partir de julio de 1974, fueron desaparecidos por el Ejército Mexicano, la Dirección Federal de Seguridad y la Brigada Blanca, J. Jesús Guzmán Jiménez y sus hijos Amafer Guzmán Cruz, Armando Guzmán Cruz, Solón Adenauer Guzmán Cruz y Venustiano Guzmán Cruz, así como Rafael Chávez Rosas, todos desaparecidos por ser luchadores sociales y opositores políticos al régimen de explotación, miseria y desigualdad del sistema político mexicano.
Este 20 de julio se conmemoran 45 años de su detención, tortura y desaparición, en este marco, el Gobierno de México, sin importar el color o la filiación política de los gobernantes en turno, no ha respondido por estos delitos de lesa humanidad, sistémicamente son incapaces de procurar memoria, verdad y justicia por nuestros desaparecidos, toda vez que la desaparición forzada es una política de Estado.
A 45 años de su desaparición, hoy los seguimos recordando como ejemplo dignidad y lucha de nuestros pueblos y comunidades, su ejemplo nos impulsa para seguir defendiendo nuestra tierra, nuestra cultura, nuestra organización comunal y nuestros sueños.