Columna: El Elogio a la locura

Por José Alberto Guerrero Baena
Alejandra Vanegas Rodríguez
“La resignación es una de nuestras virtudes populares.
Más que el brillo de la victoria nos conmueve la entereza
ante la adversidad”.
Octavio Paz
“El Laberinto de la soledad”
Crónicas desde la pandemia
Temporada 2 Semana 1
El ciudadano irresponsable versus el Estado autoritario
Al parecer, la vida sigue igual y la gente sigue pensando que son vacaciones.
Y apenas vamos comenzando la temporada 2 de esta serie de la vida cotidiana.
Y con ello, sigue el primitivo pensamiento que se puede y debe salir a pasear, donde incluso, se pueden organizar descomunales reuniones, sin pensar en esta emergencia epidemiológica que estamos viviendo en la actualidad.
Estas actitudes que toma un grueso de la población, nos hace poner en consideración si el gobierno (que también anda perdido)debe tomar medidas restrictivas ante tales conductas anómalas;son indicadores de que la propia perdición del mexicano, ni siquiera es el propio gobierno, somos nosotros mismos.
Hoy en día, uno de los debates se está centrando en las medidas que debería tomar el gobierno, ante la profunda ignorancia y necedad de la población ante el virus (ojo: AMLO es el ejemplo a seguir de muchos ciudadanos), por lo que la actuación que se haga en la materia, no sólo influye en la salud de la ciudadanía, sino también en aspectos de seguridad que están siendo rebasados por las conductas diarias que el mexicano promedio está tomando ante la emergencia que se vive.
El mexicano promedio está viviendo e imitando las conductas propias del presidente (que, sin duda, es el claro ejemplo -nocivo o tóxico- a seguir de muchos mexicanos) y que, al parecer, son el irremediable y terrible camino a la crisis económica, política, de gobernabilidad, inseguridad y, principalmente, de credibilidad.
El mexicano imita a su presidente, y para todo ello tenemos que preguntarnos:
¿Qué hace el mexicano promedio ante esta pandemia en esta temporada 2?
Al parecer a muchos mexicanos todavía les convencen las teorías terraplanistas o, incluso, los movimientos antivacunas y antiaborto, por lo que entonces si no estamos preparados para dar un paso a un estadio científico como lo plantearon muchos sociólogos, por qué pensamos que podríamos dar el paso a ser una potencia autosustentable, si seguimos teniendo un pensamiento profundamente medieval.
Así somos los mexicanos de contradictorios, desconcertantes, desobligados e irresponsables con nuestra propia realidad. Nos estamos dando un tiro en el pie y no nos damos cuenta.
Por ello, a veces viene el cuestionamiento sobre la “madurez” y sobre el concepto de “pueblo bueno y sabio”. Es el momento de demostrarlo y nos estamos quedando a deber estas actitudes.
Somos un pueblo que en ningún momento está madurando y, por otro lado, en estos tiempos de pandemia estamos alentando a fomentar el autoritarismo.
Sanciones por salir a la calle
¿Es necesario?
Algunos gobiernos municipales, ante la desobediencia de sus gobernados, están optando por buscar las sanciones y evitar de esta manera que se propague la pandemia entre muchos sectores de la población.
Estas medidas, como lo hemos venido señalando, hablan más de los ciudadanos que del propio gobierno (en cualquiera de sus niveles) porque, a su vez, justifican el autoritarismo y regresión en materia de derechos humanos latente y evidente, pero que, con la propia inmadurez del ciudadano, día con día se nota la necesidad de una mano dura que en muchas ocasiones va acompañada de sanciones, donde el acompañamiento de la fuerza pública (la policía) y, por el otro lado, la escalada creciente en la militarización del país, vienen como “anillo al dedo” para dar pie a dictaduras y totalitarismos.
Desde lo jurídico…
¿Necesitamos sanciones?
En un inicio el Gobierno Federal nos ha hablado de un “resguardo responsable”, “sana distancia”, “quédate en casa” y otras campañas para tratar de alentar a la ciudadanía a que tome medidas precautorias. El gobierno federal, con fecha 30 de marzo de este 2020, ha expedido acuerdos para proteger a la población del contagio del Coronavirus Covid-19.
Para el caso, se publicaron “Medidas de Seguridad Sanitaria” y, en ellas, se “exhorta” a la población a “cumplir resguardo domiciliario corresponsable”, entendido como “la limitación voluntaria de movilidad”, y a quedarse en casa.
También se agrega en dichas “medidas”, que el “resguardodomiciliario corresponsable” se aplica de manera estricta a toda persona mayor de 60 años de edad o que tengan otros problemas de salud específicos o embarazo.
Hay que señalar dos aspectos: que la exhortación es sólo eso, NO es una imposición legal, para hacer un “resguardo domiciliario corresponsable”, y que lo “estricto” para las personas mayores o enfermas, sigue siendo, conforme a la ley, una exhortación, pues constitucionalmente NO se puede imponer.
Lo destacable: siempre es voluntario (con menos o más de sesenta años o enfermedades).
La Constitución federal, en su artículo once, garantiza a la población el derecho a la libre movilidad dentro del país y en sus fronteras. Esto significa que no se puede por acuerdo o decreto que suspenda este derecho de movilidad popular y, por otra parte, en México, un “toque de queda” es anticonstitucional, es decir, ilegal.
El artículo 29 constitucional, regula cuándo el Ejecutivo podrá suspender determinados derechos constitucionales en casos de grave peligro, pero con aprobación del Congreso, no por simple acuerdo o capricho personal, dogmático o de partido. Eso es algo esencial que todos los ciudadanos debemos de conocer, porque sin duda nos ayudará a entender que este resguardo debe ser una medida preventiva y autoimpuesta. Que en nuestras conciencias debe quedar el haber aportado a que pase pronto esta crisis sanitaria y no su fomento.
¿A qué viene todo este cuestionamiento?
A que es previsible que determinadas autoridades estatales y municipales, como es el caso del municipio de Zamora de Hidalgo, fuerzas de policía o militares, pretendan obligar a las personas a dejar la calle e irse a casa, en especial a las personas mayores (de sesenta años).
Constitucionalmente, no tendrían facultades para ello.
Ya algunos municipios (Zamora entre ellos) han impuestoilegalmente “toques de queda” por causa del peligro del Covid-19.
Estas disposiciones, se les llame como quieran, son anticonstitucionales, no tiene valor.
Es importante que cada persona, en todo lo posible, guarde el llamado “resguardo domiciliario corresponsable”, sí. Y sería corresponsable que, ante la contingencia, también “el pueblo bueno” madurara sus decisiones y acciones, porque al parecer entre más nos dicen que guardemos distancia o permanezcamos en casa, más viene el reto a la disposición. Y, por supuesto, que no nos encanta el asumir las consecuencias de nuestros actos.
Y es bueno que la autoridad federal, estatal y local “exhorte a la población” a resguardarse domiciliariamente, pero no puede obligarla a hacerlo, como sí es legal en otros países.
El artículo 29 constitucional es muy claro al respecto, de la suspensión temporal de derechos individuales.
Sí, en nuestro cuerpo jurídico fundamental, tenemos establecidos los derechos humanos que salvaguardan nuestra propia existencia y sobre todo nuestro devenir como ciudadanos,
¿Por qué apelar al autoritarismo?
¿Es necesario que el Estado mexicano imponga un toque de autoritarismo (y vaya que este gobierno tiene esa tentación muy marcada), ante la negativa o necedad ciudadana?
¿Por qué no autoevaluarse y guardar ese resguardado sugerido por la autoridad?
En efecto, sabemos que este gobierno es un mar de contradicciones, pero ante ese paradigma debería de prevalecer el sentido común del ciudadano. Pero ese eterno conflicto con todo lo que tenga que ver con la autoridad, nos impide comprender que,en estas situaciones, más allá de lo que diga el gobierno, es nuestra responsabilidad la decisión y acción de quedarnos en casa el tiempo que sea necesario (en la medida que la economía y operatividad del hogar nos deje).
Desde lo alterno
El olvido conveniente del gobierno…
Parece que con la llegada del llamado Covid 19 o popularmente conocido como “Corona Virus” tanto al gobierno (que constitucionalmente le corresponde) como a los ciudadanos, se nos olvidaron aspectos esenciales de la vida cotidiana de México…
No hay seguridad, sigue la escalada de violencia en nuestro país y el índice de personas violentadas en sus derechos sigue subiendo como la espuma, y no hay respuesta ni acción por parte de ningún orden de gobierno.
La pandemia, como lo hemos venido explicando desde diferentes trincheras, ha sido la perfecta cortina de humo para que el propio Gobierno de México, concentre todos sus esfuerzos en “combatir” este fenómeno sanitario y olvidar que hay un sinfín de problemas que han dejado sin resolver.
Los casos de acoso laboral siguen, los casos de violencia doméstica y de género siguen, las desapariciones siguen y el gobierno, al tener a todo el personal enfocado en una sola acción, olvida que existen esos problemas muy graves en nuestro país. Y que pasando la contingencia sanitaria estos problemas seguirán, porque no hay una verdadera estrategia o acción a seguir para su erradicación.
Son la verdadera pandemia de México.
Marzo fue el mes más violento, el incremento en materia de inseguridad y violencia fue desmesurado.
Abril será el encierro de México y sus problemas.
¿Qué será de mayo y los subsecuentes meses?
No lo sabemos, ni el propio gobierno lo sabe y, si los ciudadanos no tomamos en serio esta corresponsabilidad, seguiremos con rumbo a un autoritarismo doctrinario que nos enseñará la verdadera cara del gobierno y su profunda tentación: el autoritarismo y dictadura.
Investigadores del Foro Latinoamericano de Antropología del Derecho.
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