La equidad de género, del miedo a la libre expresión por Omega Vázquez

Entonces ¿Qué es la mentada violencia de género? ¡Ya todo es violencia de género! -Escuché decir a un señor de la vida pública del Estado…
Si usted piensa igual, esta publicación le interesa.
En los últimos tiempos las causas de las mal llamadas “minorías” (más de la mitad del mundo) que antes eran representadas únicamente por pequeños grupos que hablaban a nombre de un género, un grupo social o un sector determinado de la población, han tomado una fuerza nunca antes vista.
Al menos, en los nuevos medios de comunicación masiva, las personas están empezando a hablar temas que antes eran filtrados, editados o definitivamente vetados por los medios de comunicación tradicionales
modelados al gusto del interés económico de grupos de poder. Mismos que apenas están aprendiendo cómo controlar al monstruo de las mil cabezas incipientemente pensantes.
Uno de esos temas, es la equidad de género, algo que hasta ahora había permanecido en los anaqueles en forma de tesis de las grandes universidades, de empolvados libros de feministas francesas, en teorías de investigadoras y en marchas infértiles de algunos grupos de mujeres que nos animamos a salir a las calles, sin embargo, hacía siglos que el movimiento feminista no tomaba tanto poder como ahora, gracias a las redes sociales, la comunicación sin fronteras y el lenguaje universal de los símbolos, como es un ejemplo los “pañuelos verdes”. Situación que aplaudo y nos compromete históricamente, sin lugar a dudas.
La historia del movimiento feminista se remonta a 1789 con la revolución francesa, después el movimiento sufragista y la lucha por los derechos laborales y la igualdad salarial que, por cierto, aún no alcanzamos.
No creo que sea necesario que les explique yo la necesidad imperiosa que las mujeres hemos tenido en la historia por manifestar la urgencia dolorosa de la igualdad de derechos, pero por si fuera el caso, comentaré simplemente que hasta hace un poco más de 50 años una mujer tenía que llevar a firmar a su esposo para poder tener una cuenta de banco, que no podía votar ni ser votada y que padecía todas las decisiones políticas de los hombres eligiendo a otros hombres para gobernar un país o una ciudad, vaya un mundo que poblamos todas las personas por igual.
Sin soslayar que durante la guerra, mientras los hombres se mataban unos a otros para afianzar el poder político y territorial de otros hombres, las mujeres salieron al campo laboral en la revolución industrial para marcar una era de desarrollo con el uso incipiente de la tecnología y las máquinas, que fueron las mujeres quienes mantuvieron a flote la economía, realizando actividades desde mano de obra hasta ingeniería calificada, ganando la mitad del sueldo, con horarios de abuso, al mismo tiempo llevando la educación de las y los hijos y por si fuera poco, viéndose maravillosas en el trayecto.
Para quienes dudan que haya necesidad de marchar y protestar y evidenciar la violencia contra las mujeres, espero sea suficiente que yo mencione (y sólo lo voy a mencionar pues me niego rotundamente a hacer una apología de la violencia machista), que ocurren miles de feminicidios al año en todas las ciudades de nuestro país, Morelia no es la excepción, somos testigos, (algunos mudos) de una reacción de terror, miedo, pánico hacia el fortalecimiento y liberación de las mujeres.
Yo le llamo miedo porque ningún asesino de mujeres capturado dijo jamás “la mate por miedo”, cobardemente repiten y aseguran “la maté porque era mía” los muy cobardes.
Lo cual nos muestra de forma inequívoca que los señores en gran medida siguen pensando que las mujeres somos de su propiedad cuando, en todo caso, si fuéramos fieles a las leyes de pertenencia, las madres serían dueñas de los hijos que han parido y éstos a su vez esclavos de las mujeres que han parido a sus hijos. Entonces no señores, no estamos exagerando cuando señalamos:
Cualquier demostración, pago minimizado, desvalorización, insultos, prejuicio de menoscabo, palabra altisonante, referencia menospreciativa, rumor, mentira o información no verificada vertidos en contra de una mujer cualquiera que sea su actividad, su forma de vestir, sus horarios de acción, su profesión, su formación, su preferencia, su origen por su condición de ser mujer es y será violencia de género.
Espero que después de esta ilustrativa demostración haya quedado mucho más claro que: número uno, no estamos exagerando, número dos; la violencia de género existe en todas partes, en todos los sectores y sin importar el ingreso económico o la formación académica.
Tres; qué bueno que pudieron llegar al final del escrito y cuestionar de forma inteligente y calmada todo lo aquí vertido.
La violencia de género demuestra ignorancia, miedo y francamente negación al progreso que representa la transformación de los paradigmas machistas en vinculaciones igualitarias y respetuosas entre los seres humanos sea lo que sea que lleven bajo la cintura.
Omega Vázquez. Alias: La directora.