Opinión: De decretos, despliegues de seguridad y otros demonios pandémicos.

Al parecer en la capital del estado de Michoacán, se ha ido pasando por extremos con el manejo de la pandemia.
Por José Alberto Guerrero
La situación que prevalece con las fuerzas de seguridad.
¿Están preparadas para actuar?
¿Tienen el personal adecuado y capacitado para las acciones correspondientes?
¿Existe el estado de fuerza necesario para operar?
Sin duda, nadie estaba preparado para afrontar una contingencia de estas características, ni el gobierno en sus tres niveles y por ende ninguna de las fuerzas de seguridad, tampoco estaba en la sintonía de tener una estrategia con que enfrentarse y que difícilmente está en sus propias manos y jurisdicción: el control social de la población ante la pandemia que hoy en día azota al mundo entero y que localmente estamos en una situación de colapso del sector hospitalario.
Al parecer nadie se ha preocupado que ante los “decretos” que ha emitido el Gobierno del Estado de Michoacán y que la propia Municipalidad de Morelia ha optado por obedecer, hay varios factores que juegan en su contra. Y con ello seguimos pretendiendo que las fuerzas de seguridad sean quienes ejecuten los “decretos” que se expiden de manera confusa y hasta mal redactados.
Antes de emitir los famosos decretos, con la magnitud que ha representado la pandemia, la autoridad debió de analizar previamente, el grado de participación de las fuerzas de seguridad para poder ejercer un control adecuado de la circulación y movilidad de los ciudadanos, tomando en cuenta que se manejan sanciones de carácter administrativo y que nuestros policías, ya sea estatales o municipales, no han tenido conocimiento del contenido o se les ha explicado las sanciones que ellos mismos deben imponer, ante la desobediencia de los ciudadanos a portar el cubrebocas.
Las “sanciones” que se manejan en el decreto estatal, son en cierta medida confusas, y que por lo pronto el Municipio de Morelia ha avalado, pero la interrogante siempre va a quedar en el aire:
¿Las fuerzas policiales, están armadas jurídicamente para hacer cumplir este decreto?
Las fuerzas policiales del Municipio de Morelia, no han alcanzado un estado optimo para poder cumplir con un despliegue de fuerzas, acorde a las necesidades de la propia ciudad y sobretodo, para poder hacer cumplir con cabalidad dicho mandato de corte sanitario. Entre enfermos de covid, policías que están asignados en áreas administrativas, consentidos de la Comisionada, aviadores y policías suspendidos o presos, la corporación municipal no puede cumplir con las encomiendas que les corresponden. Y ni que decir de la contingencia sanitaria.
Es necesario hacer que la población acate el mandato, al parecer no hay fuerza policial que pueda contener a la gente, pero tampoco fuerza del orden que pueda argumentar jurídicamente o en su defecto remitir para sanción administrativa a cualquier persona que no utilice el cubrebocas, que es una de las medidas que tiene “definida” una sanción de corte administrativo, es decir la remisión a la barandilla para que el juez cívico califique la falta y determine la medida sancionadora correspondiente.
Y esto es el mínimo de los problemas existentes, si para combatir a la delincuencia que cada día es insuficiente el estado de fuerza de las fuerzas municipales, hoy en día la perspectiva para combatir la pandemia es mucho peor. No hay fuerza policial que pueda, por el momento ayudar a combatir una pandemia con la necedad de la gente y por el otro lado, el simple hecho de cumplir sus labores constitucionales de garantizar la seguridad de los ciudadanos de Morelia.
Entre policías suspendidos, infectados del propio virus, turnos con elementos insuficientes para cubrir los sectores, prácticamente toda la seguridad de la ciudad de Morelia, recae en la Policía Michoacán, que depende de la Secretaria de Seguridad Pública. Es ahí donde al parecer se observar el “gran interés” por parte de las autoridades capitalinas por ayudar a controlar el flujo y movilidad ciudadana en estas épocas de pandemia.
¿Realmente nuestras fuerzas policiales, están preparadas para esta época de pandemia?
¿Pueden ejercer el control social de la población, ante la desobediencia civil que hay por la confusión entre las autoridades estatales y municipales?
¿Los ciudadanos, estamos conscientes de que hacer, ante una posible “detención” por no usar el cubrebocas y la sanción correspondiente?
Son muchas las lagunas que nos deja la emisión de este decreto y a su vez, pone en indefensión a la policía en su actuación. Los ciudadanos no debemos permitir que las autoridades dejen, sin un marco jurídico adecuado y correcto a quienes tienen la obligación de garantizar nuestra seguridad patrimonial, de vida y ahora sanitaria.