Resignificando la vida

 Resignificando la vida

Estamos por cerrar este 2019 un año que para algunos estuvo lleno de alegría, éxito, salud y prosperidad y que para otros fue todo lo opuesto, es por ello que les dedico estas líneas a todos aquellos que recibirán el 2020 con una sensación de apatía, desánimo o inclusive con un enorme sentimiento de resignación, quienes me conocen saben que para mí quedarse resignado es ver la vida de brazos cruzados, como si ya no hubiera más por hacer con lo sucedido en este mundo de posibilidades.

Y es que desde pequeños, nuestros padres amorosamente nos educaron creyendo que si nos portábamos bien nos iría bien en la vida, lo que no nos dijeron es que a las personas buenas también nos pasan cosas malas y que es imprescindible entender que la vida no nos pone lecciones para que “aprendamos algo” pero una vez que pasaron los sucesos no deseados podemos extraer algún aprendizaje, personalmente no creo que la muerte o la enfermedad de nosotros mismos o de un ser amado sea un método pedagógico justo de la vida misma o de Dios, es por ello que cuando dejamos de pelearnos con nuestro destino podemos entender que muchas veces las cosas pasan simple y sencillamente -porque si-.

Una vez entendido esto, lo primero es empezar a pensar en abandonar el papel de víctima y dejar de lado todas las ganancias secundarias que obtenemos al ocupar esta posición.

Seamos claros en algo, a cuántas personas conocemos que siguen lamentándose desde hace muchos años porque su pareja “los abandonó” o qué tal esas personas que siguen anhelando el empleo que tuvieron en su juventud y que a causa de su despido laboral no volvieron a brillar nunca más, eso es estar instalado en el papel de víctima y lo ejemplifico no para acusar o hacer sentir mal a quien está en esta postura, lo hago para que juntos podamos buscar una salida y ocupar un buen lugar en la vida.

El dejar de ser la víctima implica quitarse un abrigo cómodo y cálido que nos protegía del frío, la lluvia o el aire, es decir, implica afrontar que tu esposo o esposa decidió dar por terminada la relación (que es muy distinto al “me abandonó”) implica asumir que te despidieron de tu empleo (que es muy distinto al “me corrieron”) ¿verdad que cambia mucho?

Una vez que dejas de victimizarte y que asumes lo que verdaderamente ocurrió es importante hacer dos cosas, la primera tiene que ver con que no seas tan severo contigo mismo, deja de reprocharte y castigarte por lo sucedido. La segunda es que entiendas que tu hiciste lo mejor que pudiste en ese momento, porque esas eran las únicas herramientas que tenías para solucionar la situación en la que te encontrabas. Una vez que empezamos a trabajar sobre estos dos puntos podemos hacer esta reflexión:

“Entiendo que lo que me pasó no llevaba dedicatoria especial para mí, y aunque momentáneamente no supe qué hacer, hoy elijo extraer un aprendizaje que abone a mi vida porque sé que las cosas que pasan y no acaban con mi existencia son porque tienen un significado oculto”.

Y recuerda que pase lo que pase, elegirás primero tu estabilidad emocional

Datos de contacto:
Redes sociales (Facebook, Instagram y Twitter): @jpablosantosr
Correo electrónico: [email protected]
Teléfono celular: 4431786479

Avatar photo

Redaccion Indicio Michoacán

Redacción

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.