En el abandono muere El “Matador”, testigo directo del 68

 En el abandono muere El “Matador”, testigo directo del 68

Morelia, Michoacán.- Cuauhtémoc García Pineda, ayudante de Ángel Bilbatúa, camarógrafo oficial en la Secretaría de Gobernación durante los sucesos del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, murió la noche del domingo 5 de marzo prácticamente en el abandono.

Quien fuera testigo directo de aquella fecha sangrienta, cuando el Ejército Mexicano arremetió contra estudiantes y manifestantes en general, al grabar desde un ventanal del edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores la irrupción de las fuerzas armadas desde la aparición de las bengalas sobre el cielo de aquella tarde, García Pineda vivía en Morelia desde la década de los años 90 del siglo pasado.

Dedicado al periodismo en sus último años -apodado El Chif en Morelia, aunque su apodo real era El Matador, por su afición a la fiesta de los toros-, quien tuviera aquella tarde la encomienda de filmar horas y horas los sucesos ocurridos por orden directa del entonces secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez, en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, sostuvo la idea de que el Estado mexicano tenía fraguado el ataque contra la multitud en Tlatelolco.

Entrevistado por María Esther Scherer para la revista Proceso en marzo de 1998, García Pineda señaló que desde un día antes de los hechos, el primero de octubre, recibieron la encomienda de permanecer atentos desde el piso 19 del edificio de la SRE. Desde el lugar, señaló, se filmaron 120 mil pies de cinta, un documento inédito sobre los hechos que permanece vetado.

Con ese material filmado, defendía siempre García Pineda, se logró inculpar al expresidente Echeverría como el autor intelectual de la masacre que desactivo las movilizaciones estudiantiles, el cual fue sometido a un proceso que quedó inconcluso, señala que del inmueble salieron hasta las 04:00 horas de la madrugada del 3 de octubre, con el material logrado y que El Matador, sostenía, había desaparecido por órdenes del mismo funcionario.

Su papel aquella tarde, confesó a Proceso, fue filmar desde el ventanal central todo lo que pasaba, película que se filmó “detrás de las cortinas” y durante cuyo transcurso no pudo salir ni a comer. Desde ahí y antes de la seis de la tarde vio cómo llegaban al lugar los primeros vehículos con militares.

A unos minutos de las 18:00 horas, señaló, inició la balacera del Ejército, incluso se lanzó desde una tanqueta un proyectil hacia los pisos superiores del Edificio Chihuahua, que empezó a arder. Fue tal el fragor de los balazos aquel día, dijo a Scherer, que él se tuvo que tirar al piso previendo que los impactos lanzaran el inmueble, donde si entró un impacto que alcanzó a un agente policiaco.

Los últimos años de García Pineda fueron difíciles. Entre la edad que avanzaba y sus precarias condiciones de vida, lo alcanzó la enfermedad y finalmente la noche de este domingo falleció en un hospital público de esta capital.

Vestido casi siempre de blanco, El Chif era ocurrente y entre sus críticas al gobierno o a los funcionarios, dejaba ver una personalidad formada en un país que ya no existía desde hace años.

-¿Cuáles son los requisitos para ser periodista?, le preguntó alguien.

“No ser huevón, no ser pendejo y tener un sexto sentido para saber dónde está la noticia”, estableció.

Los restos de García Pineda serán velados en la funeraria ubicada en Luis de León Romano 107, colonia Nueva Valladolid, de donde a las 15:00 horas partirá el cortejo fúnebre hacia el panteón municipal.

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Redaccion Indicio Michoacán

Redacción

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