AQUÍ NADA ES PERSONAL… Por Nuria Gabriela Hernández Abarca

 AQUÍ NADA ES PERSONAL… Por Nuria Gabriela Hernández Abarca

Han pasado 9 días desde la conmemoración del 8 de marzo en todo el país y muchas cosas hay que reflexionar al respecto, desde la energía que tenemos las mujeres para manifestarnos, hasta la poca tolerancia que tienen otras personas de que lo hagamos.

Saldos negros y blancos quedan de ese día, muchos malos sabores de boca, y desencuentros. Entre las mujeres, el sentimiento de impotencia y frustración, pero también de enojo y más rabia por la poca empatía que hay sobre el tema. 

Entre las demás personas, aquellas que no entienden por quémuchas mujeres salen a la calle ese día, queda la idea lamentable de que es responsabilidad de ellas que las cosasse salieran de control, argumentos como “quien las manda”, ¿quién está detrás de ellas?, o “que ganas tienen de incomodarme”, son las voces que reiteradamente se escucharon desde el poder, que desde su esquina, sembró en el imaginario colectivo que son ellas, las organizadas, las que exigen sus derechos, las que defienden y acompañan a las otras, las madres que viven un duelo permanente, las revoltosas, son ellas, todas ellas de las que hay que cuidarse y a las que hay que observar. 

Lo cierto es que, todo este 8 de marzo parecía una obra deteatro de la simulación y la sanción. Por un lado, vimos muchas manifestaciones de apoyo desde el discurso, del respeto absoluto a las mujeres y sus derechos, enarbolando la maravilla de ser mujer en la voz de los demás, y por el otro, la punición y sanción por serlo o por levantar la voz para decirlo. 

Hoy, a diferencia de otras veces, la marcha que se llevó a cabo en Michoacán llamo la atención no sólo de los Michoacanos, sino del País entero.

Y es que, a partir del desarrollo de la marcha y con los antecedentes de un señalamiento claro desde el poder hacia las colectivas feministas, con nombre y rostro, se prendíanlas antenas a nivel nacional de muchas miles de mujeres más, quienes también agrupadas en diversas colectivas, levantaban la voz y la cara por las otras. Esa noticia de una alerta roja en Michoacán para el desarrollo de la marcha, se vio aún más encendida cuando, durante el transcurso del día, se observaban más y más condiciones de inseguridad para las niñas y mujeres que juntas recorrían las calles de la ciudad de Morelia.

Toda esta información y solicitudes de diferentes partes del país, de poner los ojos en lo que pasaba en Michoacán con la marcha, encendieron las antenas también de la ONU, y fue a partir de un Twitter que el 11 de marzo se pronunció al respecto. 

En este comunicado de 5 párrafos, la ONU expresaba su preocupación por los hechos ocurridos en la marcha del #8Men donde manifestantes habrían sido, a decir de este organismo, víctimas de las siguientes conductas: 

– Detenciones arbitrarias y uso excesivo de la fuerza

– Agresiones a periodistas en el desarrollo de su trabajo

– Entorpecimiento en el derecho a la protesta, así como la garantía de un espacio seguro y propicio para quien participaba en la marcha, pero no nada más para ellas, también para quien las acompaña, o están presente en el lugar, dígase espectadores o periodistas. 

En la descripción de estas conductas, la ONU señala que bajo los estándares internacionales de derechos humanos, específicamente bajo el estándar de Precaución, resultaba a todas luces una preocupación grave para este organismo internacional lo ocurrido el 8 de marzo, en el sentido que atendiendo a dicho estándar, el Estado tiene la obligación de tomar medidas antes, durante y después de las protestas para reducir al mínimo la posibilidad de violaciones a derechos humanos, incluyendo por uso de la fuerza.

Aunado a lo anterior, la ONU urgió a las  autoridades competentes a las siguientes acciones: 

✓ Investigar estos hechos

✓ Transparentar la actuación de las fuerzas de seguridad

✓ Adoptar medidas de no repetición

✓ Asegurar una reparación integral de las víctimas.

✓ Continuar atendiendo las demandas de fondo de las protestas del #8m en Michoacán y en el país.

Es importante señalar que todas estas recomendaciones dedicho organismo internacional, tienen su fundamento en el derecho a la protesta social, mismas que se complementan con lo señalado con la nota del  Secretario General respecto del informe del Relator Especial sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación, Clément N. Voule, de conformidad con las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos 15/21, 32/32 y 41/12, el cual señalaba ya desde el 20 de julio del 2020 que a partir de la revisión que el hace de este derecho, señala también que:

Reconoce y enaltece las contribuciones al adelanto de la democracia, la paz y el desarrollo sostenible que realizan las mujeres que participan en la sociedad civil y el activismo, y examina los obstáculos, represalias y reacciones de género y de carácter interseccional a que se enfrentan las mujeres y que les impiden gozar plenamente y en igualdad de condiciones de los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación. 

Y establece que el libre ejercicio de los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación, sustenta la existencia de tales movimientos y organizaciones que tienen acciones muy concretas entre las que se encuentran:

1. “Igualdad de género, al señalar que las mujeres de la sociedad civil y que participan en movimientos sociales son las principales impulsoras de la acción en materia de igualdad de género a nivel nacional y mundial”. 

2. “Desarrollo sostenible, al especificar que la sociedad civil es un agente esencial para el logro del desarrollo sostenible”. 

3. “La humanidad compartida, dejando claro que lasociedad civil viene empoderando desde hace mucho tiempo a las comunidades marginadas para satisfacer sus necesidades básicas y prestar servicios públicos, incluida la atención de las emergencias sanitaria”.

Por último, el Relator formula recomendaciones encaminadas a promover un entorno propicio para los derechos de las mujeres a reunirse y asociarse reconociendo que las mujeres están decididas a lograr cambios y hacer valer sus libertades fundamentales, incluso a partir de los persistentes y crecientes desafíos a los que se enfrenten entre ellos a la censura, amenaza y difamación. Y señala de manera concreta que: 

Las mujeres de la sociedad civil siguen alzando sus voces exigiendo dignidad e igualdad y negándose a ser silenciadas, mientras avanzan hacia la justicia, la paz y el desarrollo sosteniblepor lo que exhorta a los Estados y otras partes interesadas a que adopten medidas inmediatas para hacer efectivos los derechos de las mujeres a la libertad de reunión pacífica y de asociación. Y señala que no hay ninguna justificación aceptable para las tendencias continuadas de discriminación y violencia que se describen en suinforme, y mucho menos para la regresión de los logros que tanto ha costado conseguir.

Muchos son entonces las reflexiones que hay que hacer frente al reconocimiento de lo que paso el 8 de marzo del 2022, entre ellas el que hoy se cuenta con un precedente internacional de visibilización de las violencias y represionesa las que se enfrentan las mujeres que se organizan y levantan la voz. 

Este pronunciamiento internacional, es sin lugar a dudas un punto de partida para las próximas manifestaciones de las mujeres y las niñas, y como ya lo era, es también un llamadoclaro a las autoridades a garantizar a las mujeres el derecho a manifestarse libremente sin coerción, coacción o amenazas, que por cierto, ese es el otro gran tema que abra de discutirse y  analizarse como método de control y división contra las fuerzas feministas en el estado, a quienes por cierto, estos actos las hacen recordar el valor de su lucha y volver a recabar fuerzas por ellas y por las demás. 

Debemos entender que estos movimientos son legítimos, y todas, desde sus diferencias y sus trincheras, incluso sus ideologías, políticas o no políticas, hacen un esfuerzo extraordinarios por transformar una realidad lamentable que viven las niñas y las mujeres en este país y en este estado, y que también desde esa trinchera, hacen el acompañamiento empático y defensa de los derechos humanos de muchas otras mujeres, sin cargo público y sin retribución alguna más que el sentimiento del deber feminista y sororo cumplido. 

Quien piense que es para dañarlo o dañarla, quien piense que es por un tema político y mediático, quien piense que es contra ella o el, debe de leer un poco sobre el ego y sobre uno de los cuatro acuerdo más poderosos de Miguel Ruiz; AQUÍ NADA ES PERSONAL. 

Así las cosas…

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Nuria Gabriela Hernandez Abarca

Maestra en Ciencias Penales y Criminalísticas y Medicina Legal Forense por la Escuela de Derecho de la Barra Nacional de Abogados. Ex titular de la Seimujer Michoacán.

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