Así cerramos el 2021…
Por Nuria Hernández Abarca

Dice Simone de Beauvoir que “la representación del mundo, como el mismo mundo, es obra de los hombres;  ellos lo describen desde su propio punto de vista,  que confunden con la verdad absoluta” y las estadísticas en muchas ocasiones no reflejan la realidad, sobre todo la de las mujeres, por que los indicadores de medición están creados desde una mirada patriarcal o lejos de la perspectiva de género. 

No es fácil revisar números cuando de rostros, historias y personas hablamos, cuando la realidad es abrumadora y las letras se te atoran en el pecho y la garganta, al revisar las frías estadísticas sobre las niñas y mujeres.

Este año 2021, siguió la línea de sufrimiento, aislamiento y dolor del 2020, y quedo grabado en la vida y en los corazones de muchas personas, algunas por pérdidas familiares, otras por temas económicos, laborales o profesionales, a todas las personas por el riesgo inminente de perder la salud e incluso la vida por el COVID 19, o por perder en este mismo camino a alguien que de manera repentina dejas de ver y no puedes despedir.

Pero esa es solo una de las realidades que este 2021 nos regaló; aparejada a esta, se encuentra una mucho más lamentable, la violencia contra las niñas y las mujeres, la que no depende de una pandemia por un virus, la que depende de la ceguera social, la normalización de la violencia, la tolerancia a la misma y la reiterada permisibilidad y poca o nula sanción a quien la comete. 

Las diferentes formas de violencia que viven las niñas y las mujeres a nivel nacional solo siguen demostrando que no hemos aprendido nada, que el discurso mediático, político y social, solo ha quedado en eso, y eso sigue siendo muy frustrante. 

La violencia al interior de los hogares, esa violencia que se esconde entre las frases que se nos han tatuado por generaciones en la piel, esas que te dicen que “los trapos sucios se lavan en casa”, esa que te dicen, generación tras generación que “esa es la cruz que te toco cargar”, son frases y  realidades que alimentan cifras como las siguientes:

Durante los últimos 7 años se suman un total de 1, 295,280 casos de reportes por violencia familiar a nivel nacional, siendo este 2021 el año en el que se reportaron más casos de esta forma de violencia, teniendo durante los meses de abril y mayo de este año, el pico más alto de casos reportados con 23,909. Es importante también decir que, respecto al comparativo del delito de violencia familiar respecto del año pasado, este 2021 reporta un incremento nacional del 15.5% 

Pero esta realidad tiene su reflejo también en la violencia que se da en otros espacios. 

Durante los últimos 7 años 5440 mujeres han sido víctimas de feminicidio, durante el año 2021 el Secretariado reporta 887 feminicidios a nivel nacional, siendo este año el que tiene el pico históricamente  más alto de feminicidios cometidos durante los meses de agosto y septiembre con un numero de 108 mujeres, en esta realidad Michoacán ocupa el lugar 13 a nivel nacional con 24 feminicidios reportados al mes de noviembre.

No obstante, estos datos es importante hacer un análisis de los datos que reportan que en los últimos 7 años 17,418 mujeres fueron asesinadas y calificado el delito como homicidio doloso siendo nuevamente el 2021, el año donde en los meses de agosto y septiembre se reporta el pico histórico más alto con un reporte de 271 homicidios dolosos cometidos contra mujeres. Para el año 2021 al mes de noviembre Michoacán ocupa el lugar 4° con el reporte de 233 homicidios dolosos de mujeres. 

Ahora bien, respecto al homicidio culposo de mujeres a nivel nacional durante los últimos 7 años se han reportado22,306 casos, de mujeres que fueron asesinadas y que la tipificación de delito fue culposo, en este tipo de delitos Michoacán ocupa el lugar número 4° para este año 2021 con el reporte de 178 homicidios culposos de mujeres.  

Por su parte el reporte del Secretariado Ejecutivo respecto a lesiones dolosas señala que, en los últimos 7 años se han recibido 436,285 llamadas de emergencia por este delito, y durante el año 2021, entre los meses de enero a noviembre se reportan 57,194 lesiones dolosas de mujeres, ocupando Michoacán el lugar número 3° a nivel nacional con 3454 casos. 

Todas estas cifras nos arrojan diversas realidades que sumergidas en números fríos e impersonales y fuera de cualquier análisis de género, NO visibilizan la gran cantidad de mujeres que son asesinadas por misoginia y por el hecho de ser mujeres, y sus muertes son reportadas como homicidios culposos por un accidente o por suicidio, o cuántas de las lesiones dolosas reportadas terminan fatalmente en un feminicidio, al no darse seguimiento a la denuncia origen de la lesión o al victimario que la realizó. 

Las cifras de homicidio doloso comparadas con los feminicidios reportados, nos evidencian una gran disparidad con la realidad de violencia que existe en el País, ya que en muchas ocasiones las investigaciones no se realizan desde la perspectiva de género para descartar que en realidad hayan sido feminicidios, por lo que este análisis sigue siendo uno de los grandes pendientes a nivel nacional. 

La urgencia de que cualquier homicidio de mujeres o muerte violeta se investigue desde esta perspectiva, tiene su origen en las demandas de miles de mujeres y en los antecedentes establecidos en los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública, aprobados en su Cuadragésima Tercera Sesión Ordinaria, celebrada el 21 de diciembre de 2017 que señala lo siguiente:

04/XLIII/17. Investigación de homicidios dolosos de mujeres bajo protocolos de feminicidio.

El Consejo Nacional de Seguridad Pública acuerda que la Procuraduría General de la República y las procuradurías y fiscalías generales de justicia de las 32 entidades federativas inicien la investigación de toda muerte violenta de mujeres de carácter doloso bajo protocolos de feminicidio.

Por lo que podemos decir que es sumamente urgente que en todo el país toda muerte violenta de una mujer se investigue como feminicidio, ya que realidades como el suicidio o los “accidentes en el hogar” son formas que han encontrado los feminicidas para evadir su responsabilidad y la justicia.

Finalmente, los demás delitos que se cometen contra las mujeres a decir de los datos reportados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, cierran este año de la siguiente forma: 

A partir de las  estadísticas de llamadas de emergencia al número único 9-1-1, de enero a noviembre del 2021 el número total de víctimas mujeres de diversos delitos es de  99,264 de ese número de víctimas,  57.62% corresponde a lesiones dolosas, 16.21% a lesiones culposas, 0.93% feminicidio,  2.56% homicidio doloso,  2.99% homicidio culposo, 0.47% trata de personas, 4.06% delitos que atentan contra la vida y la integridad corporal.

Entonces así cerramos este año 2021, con estadísticas que NO nos hablan de la historia de vida de cada una de estas mujeres, cuando no hablan de la historia de violencia que desde niñas aprendimos, de la normalización a la que hemos estado acostumbradas y que hoy se ve reflejada en una estadística mensual de cada 25 de noviembre pero no en la sanción a todos estos delitos; cuando detrás de cada llamada pasaron meses para que, como el duelo, primero negáramos que la vivimos, después nos diera mucho coraje estar en esa realidad y que nuestros hijos la vivan también, para después intentar negociar con el agresor en eso que conocemos como la luna de miel en el círculo de la violencia, para después pasar por la depresión y repetir esta historia una y otra vez, hasta decidir hacer esa llamada al 911.

El reto aquí es claro, la prevención a tiempo, antes de esa lesión dolosa y después de ella para que no se convierta en un feminicidio, el reto es el lograr que ellas finalmente la identifiquen a tiempo desde temprana edad, desde la infancia, lejos de los mitos del amor romántico, por lo que tenemos que lograr que las mujeres se sientan acompañadas, respaldadas y nunca solas. 

El único camino para salir de la violencia es identificar que la vives y decidir dejarla atrás, nadie puede recorrer ese camino por ti. 

Todas estas cifras solo nos tienen que cimbrar y hacernos ver que todas ellas no murieron por una enfermedad que de la nada apareció, que en muchos casos ellas no tuvieron un accidente, que ellas no se distrajeron y desaparecieron; y queellas SI fueron víctimas de un delito por el solo hecho de ser mujeres, ellas SI fueron asesinadas, desaparecidas o violentadas; y ante eso, solo nos queda seguir luchando por ellas y por las otras, no importa en qué lugar estas parada o parado, no importa que ideología política tengas o que espacio público representes, aquí lo que importa es que a todas y todos nos caiga el veinte de que la violencia contra las mujeres y las niñas es una grave realidad, que es una grave violación a sus derechos humanos y es una pandemia igual de grave que cualquiera otra que nos arrebata miles de mujeres al año, deja en orfandad a muchas niñas y niños e irremediablemente afecta a las familias que esperan día a día volver a ver a sus hijas desaparecidas; o a muchas otras familias que las lloran todos los días, al no poder ver la justicia hecha una realidad por su muerte y que viven todos los días con dolor al no poder ver una sentencia ejemplarpara un agresor que decidió simplemente arrancarle la vida a una mujer posiblemente una hermana o una madre o una hija, sin culpa alguna. 

Así el fin de año de este 2021, sin nada que celebrar cuando de dolor y violencia hablamos y respiramos todos los días, y aunque a lo mejor no es tu dolor si es el de muchas personas más y para eso necesitamos justicia y tantita empatía, nada más que eso…