Catrinas de Capula, a la espera de turistas

De acuerdo con lo previsto por el gobierno local, este domingo sería inaugurada la Feria de la Catrina en Capula, actividad que junto a otras representativas del Día de Muertos, han sido suspendidas a causa de la emergencia sanitaria por COVID-19.

Pese a que no tendrán el escaparate de venta que representa la feria, los artesanos de la tenencia moreliana no dejaron de producir sus figuras de barro, en espera de que el turismo arribe al lugar.
Y es que como en la gran parte de los sectores productivos, en Capula la población resintió los efectos económicos por el aislamientos social obligatorio y recomendado, “y ya cuando abrimos fue peor”, afirma Laura Domínguez Cortés.

Desde hace siete años ella dejó de lado la tradición familiar de la loza de barro y dedicó su talento a la creación de catrinas, las cuales se distinguen de otras del lugar por su técnica “avejentada”. Este año la necesidad de venta la hizo combinar la elaboración de loza y de catrinas.
Afirma no saber el número de piezas que ha producido desde hace 4 meses que inició el proceso, pero espera que conforme se acerque el Día de Muertos incremente la presencia de turistas que puedan comprar sus piezas a las que les dedica hasta tres semanas de trabajo. Ahora más que nunca hace un llamado al no regateo.

“La verdad es mucho trabajo y siempre nos dicen déjamela en menos pero la verdad si es mucho trabajo y de mucho tiempo. Para tener nosotros una pieza a la venta si son como 15 días, desde todo el proceso”.
Al igual que Laura, hay al menos 200 artesanos y artesanas que están a la espera de que las ventas mejoren con la comercialización de la catrina de barro, figura que se ha vuelto ícono de Capula.
