Crímenes de odio… Estigma, prejuicio y discriminación que derraman sangre

Este fin de semana en Colorado Springs, una hombre asesinó a 5 personas y dejó heridas a otras 18, que se encontraban en el Club Q, dónde se estaba llevando a cabo la conmemoración del día de la resistencia trans, conmemoración que tiene por objeto honrar la memoria de las personas que han sido asesinadas por su identidad de género.

Pero este hecho no es ajeno a nuestro país, ni a nuestro estado Michoacán, pues también aquí se han perpetuado estos cobardes actos que han privado de la vida a muchas personas , que no han hecho otra cosa más que querer ser libres siendo quienes desean ser y amar a quien deciden amar.

Me viene a la mente un joven de Lázaro Cárdenas que le mutilaron los genitales, se los pusieron en la boca y con su propia sangre le escribieron en el pecho la palabra “puto”. O Junior, un joven travesti al cual prendieron fuego hasta calcinarse, en Morelia. O a Carlos de Nueva Italia, al cual violaron masivamente y golpearon hasta dejarlo en coma.

Y así tantos y tantos casos más, ¡uffff! ¿casos? ¡carajo, son personas! ¡personas asesinadas! A las cuales no se les hace justicia, pues las autoridades siguen catalogando sus asesinatos como crímenes pasionales o como robos.

Si bien, el término “crimen de odio” no existe en las leyes mexicanas, este se ha acuñado para catalogar la ofensa criminal que se comete contra una persona, motivada por los prejuicios del agresor.

Los crímenes por odio, llevan implícita la crueldad y la saña, es como si quisieran borrar o desaparecer a las personas hasta que no quede nada de ellas.

Y es que todavía en el 2022, las personas siguen viviendo llenas de prejuicios, esos que sin estar fundamentados en experiencia propias y con información completamente equívoca, alientan de manera negativa la percepción hacia las personas LGBT, aumentando los estigmas, provocando el rechazo y marcando a las personas que no siguen la orientación sexual más común; la heterosexual, que no es la orientación normal, solo es eso; la más común.

¿Hasta cuándo las personas tienen que seguir viviendo con el miedo de poder demostrar afecto a sus parejas, por que les pueden golpear por ello?
¿Hasta cuándo vamos a seguir temiendo que alguien nos puede hacer daño al grado de matarnos, solo por que alguien no comprende siquiera la diferencia entre sexo biológico y género? O por que su machismo se siente ofendido y su masculinidad minimizada por no ser “hombres” como a ellos les enseñaron a serlo en esta educación patriarcal?

¿Hasta cuándo les va a seguir importando con quien se acuestan las demás personas?

Luis Antonio Cortés Salinas
El poder prieto ????????