El chantaje silvanista: la maniobra para desestabilizar al PRD Michoacán

La política michoacana vuelve a estar en la mira. En un intento por desestabilizar al PRD Michoacán, una treintena de perredistas, con vínculos directos con el exgobernador Silvano Aureoles, han salido a denunciar supuestas irregularidades en las elecciones internas del partido. Sin embargo, detrás de este discurso de “falta de inclusión” se esconde una jugada que tiene más que ver con intereses personales que con la democracia interna del partido.

Hace unos días, estos personajes sostuvieron previamente una reunión con el propio Aureoles, en la que habrían cerrado acuerdos que ahora se traducen en presiones y chantajes para fragmentar al partido. La maniobra no es casualidad: coincide con la reciente presentación de Somos México, el nuevo proyecto político impulsado por Antonio García Conejo, hermano de Silvano.

El pretexto de estos perredistas es claro, argumentan que el partido los ha excluido de las decisiones internas y que no hay condiciones para la democracia al interior del PRD. Pero los tiempos y las formas revelan otra historia. Su “inconformidad” llegó justo después de la reunión con el exmandatario y se consolidó en un documento que más que una exigencia legítima parece un ultimátum.

Detrás de este documento, hay un intento evidente de desestabilizar al partido y, al mismo tiempo, generar una narrativa de ruptura que les permita justificar su eventual salida hacia Somos México, el proyecto político que busca erigirse como una alternativa tras la pérdida de poder de los grupos afines a Aureoles dentro del PRD.