El elogio a la locura: ¿Porqué se maquillan las cifras en seguridad? por José Alberto Guerrero

 El elogio a la locura: ¿Porqué se maquillan las cifras en seguridad? por José Alberto Guerrero

 

“El mago hizo un gesto y desapareció el hambre,
hizo otro gesto y desapareció la injusticia,
hizo otro gesto y se acabó la guerra.
El político hizo un gesto y despareció el mago”.

Woody Allen

¿Porqué en materia de seguridad y medición del crimen se falsean las cifras?

Al parecer siempre, hace unos días un exfuncionario de la SSP de la Ciudad de México , ahora trabajador de la Procuraduria de Justicia de la misma entidad sugirió que así se manejaba el asunto. Pero esto no es ninguna novedad, dado que como es fiel a la costumbre, cada término e inicio de periodo gubernamental se acostumbra denunciar al antecesor por su «mal desempeño». Y es una cadenita que seguirá por los siglos de los siglos.

Uno de nuestros usos y costumbres, es producir estadistica criminal en base a la información que proporcionan las procuradurías o fiscalías, cuyo periodo es mensual. Esto es el mayor indicador que tenemos para seguir el movimiento criminal del país. Pero esto nos ha generado una serie de problemas:

a) Hacer creer que los números reflejan la realidad, cuando sabemos que no es cierto.
Nuestra autoridad sólo conoce un 7 de cada 100 delitos que se cometen en el país.

b) Nuestros queridos gobernantes, tienen el incentivo de mandarles poner un traje protector a las cifras.
Usan las mismas cómo un indicardor de la evolcuión del delito y al no haber un ente regulador de estas estadisticas, esta la invitación a darles su manita de gato a las mismas.

Es por ello que cada autoirdad maneja sus cirfras de acuerdo a sus propios intereses, sin una regulación o sin un ente que verifique que la información es la correcta.

En el sexenio pasado de Enrique Peña Nieto, se apertiró el debate de cómo medir estas estadisticas de incidencia delictiva. Un acuerdo primario fue basarse en las estadisticas producidas por las fiscalías o procuradurías. Hubo un leve mejoría técnica, sobretodo en la recolección de datos e interpretación de los mismos. Pero se dejo el cabo suelto que resulta el esencial, no se otorgo la autoridad o atribución para verificar la validez y autenticidad de los mismos.

Existen muchas formas de intepretar o verificar la manipulación de las cifras, la más importante sería realizar una auditoria severa a los órganos generadores de las mismas, organismo que por supuesto no tenemos. No hay acceso a los sistemas generadores de información, donde la teénica mas ocupada sería la aplicación de metodología estadistica para la medición y verifcación de los mismos. No es algo que se haya descubierto o sea el hilo negro, se utiliza para verificar los fraudes financieros. Hay organismos o colectivos dedicados a este tipo de estudios que han encontrados severas capas de maquillaje al momento de verificar las cirfras que se proveen en incidencia delictiva y que desgraciadamente no se ha castigado este hecho por la falta de autoridades que impongan un orden.

Siempre el auditar las cifras será un ejercicio sano, en todos los aspectos, pero en materia de seguridad y procuración de justicia es necesario, pero más si lo hace un organismo autónoma y eficiente dotado de atribuciones para el ejercicio de sus funciones.

La verificación y auditoria de datos siempre será un ejercicio sano. En materia de inseguridad y medición de estadística delictiva es toral, imprescindible. Es la radiografía de lo que tenemos cómo país y la materia prima para poder egenrar soluciones. Y dejar de simular, por supuesto.

El nuevo gobierno dice que esta «casado con la honestidad» – muchas dudas sobre esta aseveración- . Y un forma de medirlo es precisamente en la transparencia y honestidad en la generación de cifras, que informan de los asuntos públicos a los ciudadanos. El presidente desgraciadamente esta haciendo juego a ese pasado de opacidad donde al «tener otros datos» siempre hay un discurso alterno para eludir la discusión.

Detener el juego de cifras, el intentar auditar los datos generados sería un gran precedente para poder generar un credibilidad que la sustentan 30 millones de votos y que por lo menos en el discurso, no ha sido aplicada.

La mejor forma de medir el fenómeno, es hacer a un lado la medición de las denuncias ( lo cuál en realidad no nos dice nada), y generar verdaderos instrumentos de medición cómo las encuestas y cifras derivadas de la victimización.

El stado mexicano debe asumir que el responde ante cada víctima de un delito, pero usa el maquillaje de las cifras para eludir su responsabilidad. Sea el color que sea.

Facebook Fan Page:
José Alberto Guerrero Baena

Twitter:
@BetoGuerrero38

Instagram:
@josealbertoguerrerobaena

Correo electrónico:
[email protected]

Avatar photo

Redaccion Indicio Michoacán

Redacción

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.