El elogio a la locura… Revolución sin manos contra los cibernoides por José Alberto Guerrero

Nacional Titulares
Redaccion Indicio Michoacán
20 febrero, 2019
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«Después de tanto ser rebelde
Sin tener que atacar
¿Qué quieres encontrar?»

Francisco Huidobro Preciado
Javier Ramirez
Jose Vasquez
Leonardo De Lozanne Roldan

El fin de semana pasado, en una «sana convivencia», platicando con un buen amigo y Maestro, Paco Huidobro, recordábamos los tiempos políticos, sociales y culturales en los años 1994 y 1995, cuando se comenzaba a gestar el álbum «Amor Chiquito» de la banda Fobia.

La severa devaluación y crisis financiera por la que pasamos millones de mexicanos, la inestabilidad política generada por una serie de magnicidios y medidas económicas erróneas tomadas, dejaron en un tiempo en la orfandad al sistema político mexicano y uno de los ejes de la conversación principalmente fueron los pocos espacios de expresión que se habián gestado para los jóvenes ( sí, en aquel momento éramos jóvenes).

Si eso lo veíamos dificíl desde la comodidad del centro o la capital del país, imaginen desde otras ciudades, cómo por ejemplo Morelia, donde en muy pocas ocasiones se abrian esos espacios para la expresión juvenil, puesto que se tenía en la mente que la juventud era sinónimo de anarquía y caos. Pónganse un momento en la piel de aquella juventud que tenía las puertas cerradas: Radio, TV, antros, espacios culturales, movilización política y espacios de esparcimiento.

Es ahí donde surgió el título de esta columna, cómo surge esta canción que nos invita a la rebelión organizada, pero apelando desde el intelecto y los motivos qllevaron a su composición.

¿Parece que estamos haciendo un crossover a nuestros nuevos tiempos verdad?

En la actualidad parece que estos nuevos tiempos nos traen un recuerdo de aquella época. En aras de un nuevo «liberalismo», muchos jóvenes han caído en el falso discurso de libertades. Volvemos a los tiempos de persecución con la posible entrada de la prisión preventiva oficiosa, de la Guardia Nacional ( que en algún momento evocará la «julia» de aquellas etapas noventeras), la censura y persecusión política descarada ha vuelto y sólo falta que en un mes se ponga en la bandeja de temas la pena de muerte.

¿Parece que volvemos a 1994 – 1995 cuando gobernaba el PRI?

Claro, pero con otros colores, con una mano autoritaria ( mucho más severa y necia, porque las recomendaciones de los organismos de derechos humanos, sociedad civil y autoridades internacionales simplemente les vale), como el PRI, hoy estan haciendo honor a una frase que se atribuye a Carlos Salinas de Gortari:
«Ni los veo, ni los oigo».

Siguiendo con la anecdota personal, discutiendo la misma canción que nos compete, nos invitaba a reflexionar un cambio trascendental, que por generaciones ha sido gestado pero nunca ha sido cuajado. Es el momento en que la sociedad civil, a diferencia de aquellos años, pueda tomar el control de los destinos del país de manera inteligente.

Tres años antes , nuestro compositor y músico aludido, nos había recetado una canción profética: «Los cibernoides», donde nos habla de un adoctrinamiento severo por parte de unos seres espaciales ( que en nuestra actualidad no son espaciales, pero sus postulados parecen sacados de cualquier película de ciencia ficción malhecha). Retomando un fragmento de la letra de una de la canción nos dice lo siguiente:

«Los cibernoides trajeron
Su cultura y nos dijeron
Que es la llave a la felicidad»

Profecía, premonición o lo que le quieran llamar, parece que la música gestada en los años noventas, viene tomando forma a lo que socialmente esta sucediendo hoy en día. Vivimos en una sociedad que le encanta el populismo, la hipocresía, los programas sociales que se vuelven herramientas de coacción, una vulgar compra de ideologías juveniles en base a la seducción identitaria, donde vivimos a diario cn gobernantes que privilegian las frases tontas por encima de soluciones reales y donde el factor inflación es una constante en nuestras vidas…

¿Verdad que si parece 1994?

Pero si hubo quien detectó esto. Por eso momento de gestar una revolución sin manos, ideológica, que parta del imaginario o bestiario de cada individuo, luchando contra esos seductores cibernoides que nos venden felicidad momentánea a costa de una sociedad hipnotizada…

Revirando al Maestro Paco:

Ahora si tenemos algo porque ser rebeldes y objetivo que atacar, pero de manera intelectual y consciente…