La batalla contra la desnutrición y el hambre debe ser permanente
Al conmemorarse este viernes el Día Mundial de la Alimentación, señaló que preservar el acceso a alimentos inocuos y nutritivos es esencial en la respuesta al Covid-19
La batalla contra la desnutrición y el hambre en México y estados como Michoacán debe ser permanente, más si se toma en cuenta que en nuestra entidad más de la mitad de los hogares han enfrentado alguna dificultad para atender sus necesidades alimentarias, apuntó la diputada Miriam Tinoco Soto, coordinadora de la Representación Parlamentaria de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
Al conmemorarse este viernes el Día Mundial de la Alimentación, la legisladora destacó que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señala en este contexto que preservar el acceso a alimentos inocuos y nutritivos es, y seguirá siendo, una parte esencial de la respuesta a la enfermedad por coronavirus.
En el caso de Michoacán, recordó que los datos de la Encuesta Nacional de los Hogares señalan que del millón 260 hogares que existen, en el 47.6% de éstos las personas tienen preocupación de que la comida se les pueda terminar, mientras que el 13.6 por ciento incluso ha padecido la falta de alimentos.
Miriam Tinoco señaló que los datos de la UNICEF señalan que, en México, uno de cada 8 niños y niñas menores de cinco años presentan una talla baja, es decir, moderada o severa para su edad.
Agregó que los niños y niñas de entre uno y dos años presentan los porcentajes más altos de desnutrición crónica, lo que coincide con la edad a la que muchos bebés dejan de ser amamantados y evidencia la importancia de la lactancia materna en la buena nutrición durante la primera infancia.
Asimismo, la legisladora refirió que en Michoacán el 41.2 por ciento de los adultos tiene una alimentación basada en muy poca variedad de alimentos; el 18.5 por ciento se han visto obligados a dejar de desayunar, comer o cenar, y el 30.8 piensa que come menos de lo que debería.
La legisladora recalcó que se requiere ahondar los esfuerzos para la lucha contra el hambre y la desnutrición, fortaleciendo una cultura por una buena y sana alimentación.