La Encrucijada de México

 La Encrucijada de México

La situación de seguridad en México ha tomado un giro inquietante, generando un efecto de péndulo que impacta no solo en el ámbito interno, sino también en las relaciones con países como Estados Unidos. Con un incremento en la violencia y el narcotráfico, el panorama se vuelve cada vez más complejo y obscuro, requiriendo de una atención urgente.

 

Para 2024, los datos son preocupantes: se registraron cerca de 32,000 homicidios en el país (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 2025). Este alarmante aumento no solo pone en jaque la estabilidad nacional, sino que también lanza un mensaje de advertencia a la comunidad internacional sobre la situación de seguridad en la región.

 

Claudia Sheinbaum, al asumir la presidencia en diciembre de 2024, enfrenta un reto monumental. A lo largo de su campaña, destacó la importancia de una política de seguridad integral que vincule desarrollo social y seguridad pública, no suena tan bonito como los abrazos pero está logrando los mismos “resultados”. Sin embargo, esta ambiciosa visión ha sido cuestionada por varios expertos, quienes subrayan que la falta de control sobre territorios en manos del crimen organizado podría socavar sus objetivos (The New York Times, 2025).

 

La crisis de seguridad también afecta la confianza de la ciudadanía en sus instituciones. Este deterioro tiene un costo: la inversión extranjera se resiente, ya que las empresas gravitan hacia ambientes más seguros. La percepción de que el Estado no puede brindar seguridad básica incrementa el riesgo para los inversionistas (Banco de México, 2025). Como resultado, algunas organizaciones podrían reducir su presencia en el país, ralentizando el crecimiento económico y perpetuando un ciclo destructivo.

 

En el ámbito internacional, la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2025 ha cambiado las reglas del juego. La administración Trump ha levantado la voz alarmada ante el creciente poder del crimen organizado en México. A través de sus funcionarios, Estados Unidos ha criticado la “hipocresía” de no enfrentar de frente el problema del narcotráfico y el consumo de opioides. Enrique de la Madrid ha instado a la acción colectiva: “La mejor forma de enfrentar ataques del exterior es disminuir nuestras vulnerabilidades como país. Quizá las más evidentes son la extensión del dominio del crimen organizado y la vulneración de nuestro estado de derecho. ¡Unámonos para exigir que se atienda ya!” (De la Madrid, 2025). Este llamado a la acción subraya la necesidad de retomar el fortalecimiento de las instituciones y permitan enfrentar a quienes desafían el orden público. Por otro lado, analistas y periodistas como Krauze plantea que “es profundamente hipócrita que el gobierno estadounidense utilice la crisis del consumo de opioides y el poder del narcotráfico como principal variable de la relación bilateral y no se atreva a incluir los factores centrales” (Krauze, 2025).

En definitiva, la crisis de seguridad que asola a México es un factor que condiciona nuestras relaciones internacionales. La capacidad del Gobierno de Claudia para implementar medidas efectivas en este terreno será fndamental para el futuro de la cooperación con Estados Unidos (o los Países que se animen) y para la fortaleza de México en el escenario global. Con la atención internacional centrada en estos problemas, es esencial que se tomen decisiones acertadas para revertir esta sombría tendencia y abrir la puerta a un futuro más seguro y próspero, por cierto ¿Habrá funcionarios de altura que lo logren? …

 

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Diego Chávez

El autor cuenta con estudios jurídicos con experticia en asesoría Legislativa Parlamentaria, es Consultor en imagen pública – política y analista para diferentes medios.