Los cuentos que te cuentas

 Los cuentos que te cuentas

¿Alguna vez te has preguntado cuáles son las historias que narras de ti mismo?

A lo largo de nuestro paso por esta vida vivimos acontecimientos dados no pedidos como la muerte de un ser amado, un despido laboral, la disolución de nuestro matrimonio, el padecimiento de una enfermedad, etcétera.

Son vivencias que por lo general llenan parte de nuestra historia con un dolor verdaderamente profundo y que si somos muy sinceros buscamos mil y un pretextos para no buscar ayuda y poder acomodar nuestras piezas emocionales.

Quién de ustedes no conoce a la típica amiga que le fue mal en el amor y que a partir de esa experiencia se repite una y otra vez la misma historia, y que apenas conoce a alguna persona que le resulta interesante y termina por ahuyentarla.

Gracias a la repetición constante de estas narraciones, vamos construyendo el significado de nuestra propia existencia e identidad como seres humanos, otorgándole un poder especial a estos cuentos que nos contamos día a día.

Las historias dominantes de nuestra vida tienen que ver con todo aquello que si pasó, pero que ya pasó. Y que si no lo entendemos así, existirán pensamientos, sentimientos y conductas que quedan guardadas en nuestra construcción como persona y con las cuales vamos interactuando con la sociedad en nuestra vida cotidiana.

Estas narraciones van muy ligadas a nuestro contexto social inmediato, es decir, en México por ejemplo, desde niños nos dicen cientos de veces que los niños no podemos llorar, porque si lo hacemos somos débiles, mariquitas o niñas (como si eso fuera un insulto). Al paso del tiempo ese niño que ahora es un adulto, tiende a ser un hombre con una tremenda discapacidad emocional para poder expresar todo aquello que siente.

Es por eso que considero importante analizar cuál es el discurso que se escucha en la sociedad en la que vivimos y parto desde el núcleo: la familia.

Las mujeres que están leyendo esto seguramente podrán corroborar que en más de una ocasión escucharon tanto a papá como a mamá decir que las niñas deben hacerse cargo de las labores domésticas y que es importante también que atiendan a sus hermanos y a su papá porque eso las convierte en niñas buenas.

Estos discursos dominantes tienen un impacto significativo en nuestra vida, ya que desde nuestro nacimiento van generando expectativas por cumplir, si eres niño forzosamente te debe gustar el fútbol y las luchas porque debes demostrarle a tu progenitor que tienes un buen nivel de hombría y si eres niña ya estás destinada a ser una bailarina de ballet y vestirte de rosa todo el tiempo, porque eso es lo que las progenitoras esperan.

Esto genera en sí una lista interminable de exigencias personales que muchas veces no podemos ni debemos cumplirlas y es en ese momento cuando somos tildados como “malos” hijos o hijos ingratos, lo que poco a poco va generando en nosotros sentimientos de aislamiento, culpa, miedo y vergüenza.

Casi podría asegurar que el 99.9% de las personas hemos estado en esta situación, algunos en un grado mayor y otros en uno menor, pero estoy seguro de qué hay cuentos que nos contamos que so completamente ajenos a nosotros, incluso muchas veces atentan con nuestros propios sueños y anhelos de vida.

Es importante que nos detengamos momentáneamente para preguntarnos abiertamente ¿cuál es nuestra discurso dominante? Y si es que estamos escribiendo una historia para nosotros mismos o si lo estamos haciendo para satisfacer las necesidades de alguien más.

Y tú, ¿qué cuentos te cuentas?

Si te gustó este artículo te invito a que dejes tus comentarios en la parte de abajo y si crees que le puede ayudar a alguien más, compártelo.

Y recuerda que pase lo que pase, cuidarás primero tu estabilidad emocional.

Datos de contacto:
Redes sociales (Facebook, Instagram y Twitter): @jpablosantosr
Correo electrónico: [email protected]
Teléfono celular: 4431786479

Avatar photo

Redaccion Indicio Michoacán

Redacción

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.