“Oposición sin pies ni cabeza” por Julio César Calderón Pérez
La oposición es un ingrediente necesario que toda democracia debería tener para el buen funcionamiento del gobierno, ésta lo impulsa ante sus negligencias, lo contiene ante sus excesos y lo guía ante sus extravíos. Es el mejor motor, el mejor freno y la mejor contraloría del gobernante. Le informa de lo que él no advierte o de lo que no previene. Es el vigía que le avisa si viene la tormenta, el iceberg o el enemigo.
El triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador y MORENA fue tan aplastante que dejó aniquilada a la oposición, misma que jamás había lucido tan débil. El PRI, PAN y PRD obtuvieron los resultados más bajos en la historia, lo cual trajo consigo una reestructuración interna dentro de ellos, quitando y poniendo actores políticos, brincando de un partido a otro e incluso fomentando la creación de nuevas organizaciones.
El Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) pinto de guinda prácticamente todo el país, con excepción de Guanajuato que sigue siendo el bastión panista. Obtuvo la mayoría parlamentaria tanto a nivel federal como en gran parte de los estados, un escenario aparentemente cómodo para el Presidente, pero que puede convertirse en una bendición envenenada.
Los pesos y contrapesos en un país son necesarios para poder llevar acabo administraciones exitosas, la relación con los opositores debe ser diplomática, buscando siempre el diálogo y el consenso. Sin embargo, hoy vemos una oposición que no propone, que pareciera que su objetivo primordial es tumbar al gobierno lopezobradorista pues las acciones que toman son de no creerse. Organizan “marchas” en coches y al sonar de sus claxons piden la renuncia de “López” (como lo llaman de forma despectiva), distribuyen por redes sociales fake news desprestigiando al gobierno, piden ayuda a la OEA acusando de dictador al mandatario federal, lucran con la pandemia provocada por el coronavirus, emiten comunicados firmados por “intelectuales y científicos” acusando al Ejecutivo de censura. Y ahora, como si fuera el mundo al revés, al estilo López Obrador, el grupo denominado FRENAAA (Frente Nacional Anti AMLO) mantiene un plantón en la Av. Juárez de la CDMX, buscan llegar al zócalo pero en redes ha trascendido que no es más que un campamento fantasma, lo cual ha provocado una polarización que cada vez sube más de tono, pues todos los días hay conflictos con los defensores de la 4T.
La falta de liderazgos en los partidos opositores le ha beneficiado demasiado al gobierno en turno. Los índices de aprobación del Presidente están y se han mantenido por arriba del 60%, tal vez porque ningún discurso opositor a logrado posicionarse y hacer eco en la sociedad mexicana. Y es que hay que decirlo, que credibilidad pueden tener personajes como Marko Cortés, Vicente Fox, Gabriel Quadri, Claudio X. González, Enrique Alfaro, Silvano Aureoles e incluso Felipe Calderón, actores políticos que quieren tomar la bandera de líderes pero que en los hechos han demostrado su poca capacidad para poder cambiar el rumbo de nuestro país.
¿Morena mantendrá su hegemonía? Todo depende del éxito que tengan las políticas impulsadas en el proyecto de la llamada “Cuarta Transformación”, dado que si la fórmula propuesta por el Presidente comienza a dar frutos antes de los comicios del 2021 mantendrá su poder e incluso aumentará, de lo contrario, perderá el apoyo de millones de mexicanos.
¿Qué necesita la oposición para poder ser visible en el mapa político?
Necesitan de autocrítica, darse cuenta de que es lo que están haciendo mal y girar el timón para corregirlo. Además, algo sumamente importante y necesario es elaborar un proyecto con propuestas reales, que marquen el rumbo por el que quieren llevar al país, pues de lo contrario, lo único que muestran son discursos vacíos y poco interesantes.
No sabemos qué pasará, si la oposición renacerá de entre las cenizas como el ave fénix o si nos tendremos que ir acostumbrando a un gobierno hegemónico morenista, lo que si queda claro es que ningún extremo es bueno, pues al caer en radicalismo y polarización se pone en peligro la estabilidad política, económica y social del país.