Padre se escribe con P de Presente por Juan Pablo Santos

Ya es junio, mes en el que celebramos el Día del Padre, pero ¿qué tan presente está la figura paterna en los hogares mexicanos?

Desde el momento de la concepción, el padre juega un papel igual de importante que el de la madre, solo que muchas veces no es reconocido socialmente ya que durante mucho tiempo fuimos educados con la idea de que el hombre solo tiene tres deberes fundamentales: embarazar, proveer y mandar.

Sin embargo, hoy en día podemos observar que el papel del padre va mucho mas allá. Sabemos que la presencia emocional (y no sólo física) es básica para el sano desarrollo psíquico y físico de los menores.

Me parece que este es un buen momento para dejar atrás aquellas ideas que reforzaban la imagen paterna como aquel hombre de las tres efes; feo, fuerte y formal.

Si eres padre o vas a serlo considera que estar presente en la vida de tus hijos quiere decir que te involucras en su mundo de emociones, que te importan sus sentimientos y que validas y respetas su autonomía.

Un papá marca para bien o para mal la vida de sus hijos, porque es la figura que nos “avienta amorosamente” al mundo real, lejos de la protección (o sobre protección) por parte de la mamá la cual en algunas ocasiones, busca retener a los hijos en el hogar.

Y es que la gran mayoría de nosotros, recibimos de nuestro padre (o de alguna figura simbólica) aquellos empujones que nos animaban a subirnos a la bicicleta sin ruedas de apoyo, a competir en las clases de karate, ballet o futbol, fue la misma figura quien nos impulsó a pasar una noche fuera de casa en aquella excursión escolar o fuera del país.

Dicen que para una niña, la imagen paterna es tan importante que definirá en gran parte el tipo de pareja que elegirá, el padre será su primer vínculo con lo masculino, entenderá como un hombre trata a una mujer, cuales son las funciones de las mujeres en el hogar y que límites están permitidos y cuales no lo están.

Es por ello que sentir la mirada del progenitor valida al menor la certeza de que su propia existencia en este mundo y que hay por lo menos dos adultos (papá y mamá) que están pendientes de su bienestar y protección.

Hoy en día, los padres que deciden involucrarse en la crianza de sus hijos, son hombres con un alto sentido de responsabilidad, con ideas nuevas que modifican los conceptos de la masculinidad rígida, fría y proveedora a los que estamos acostumbrados.

Reconciliarte con tu papá (sea cual sea la relación) quiere decir que tienes la oportunidad de convertirte en una mejor versión de padre, de hijo y de ser humano. Que tomas la fuerza para salir adelante y enfrentar de manera sana las vicisitudes de lo cotidiano, que transmites tus propias validaciones de sentirte vulnerable y saber que no dejas de ser menos hombre por eso.

Padre se escribe con P de Presente, no de proveedor.

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