Abrazos no, balazos … por Esli Mendoza Olivera
México está en un completo descontrol con una violencia que rebasa todos los límites posibles.
Estamos invadidos por la violencia en todas partes. Y es evidente la indiferencia de nuestro gobierno ante el dolor de los familiares de las víctimas y desaparecidos.
Más allá de partidos políticas o simpatizantes de líderes actuales, es innegable la dirección que está tomando nuestra nación. La pérdida de numerosas vidas inocentes debido a la actividad delictiva y la falta de eficacia por parte de las autoridades, una vez más demuestra que la estrategia de “abrazos, no balazos” ha resultado ser un enfoque de seguridad deficiente y una broma lamentable.
México tiene 7.57 puntos en puntaje de criminalidad, lo que lo ubica en el segundo lugar de los 35 en América y en el primero de ocho naciones en Centroamérica, según datos de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.
Durante años tratamos de encontrar una justificación a las conductas que toman organizaciones criminales pero hoy en día estamos hartos, hoy, ya son ilógicas las conducta e inmersos en la tristeza, miedo e incertidumbre debido a las noticias que son incesantes en nuestra vida diaria, las cuales perturban la dosis de apacibilidad que logramos construir, comencemos a definir la justicia con corresponsabilidad social.
Es evidente que vivir en México y ejercer nuestros derechos representa que la coexistencia saludable y el respeto de los derechos son difíciles de lograr en medio de la violencia y el horror. Se requiere una estrategia eficaz de seguridad centrada en la prevención del crimen, que fortalezcan a las fuerzas policiales y las instituciones.
Como ciudadanos mexicanos estamos experimentando una etapa de luto debido a la violencia y es fundamental que sigamos alzando la voz en solidaridad con el dolor de las víctimas. Recordemos a aquellos que han perdido la vida y rindamos homenaje a las familias que siguen buscando a sus seres queridos.