Los mismos retos, SEGURIDAD PRESIDENTA
El 1 de octubre de 2024, Claudia Sheinbaum asumió la presidencia de México, marcando un hito histórico al convertirse en la primera mujer en ocupar este cargo. Sin embargo, su llegada al poder no está exenta de desafíos, especialmente en el ámbito de la seguridad, un tema que ha sido una constante preocupación para México.
Uno de los principales retos que enfrentará Claudia es la lucha contra el c.o. México ha sido testigo de una escalada de violencia en los últimos años, con Cárteles Mundialmente poderosos, dominando vastas regiones del país. La nueva Presidenta deberá implementar estrategias ahora si efectivas para desmantelar estas organizaciones y reducir los altos índices de violencia que han plagado al país estos últimos 6años.
La estrategia de seguridad de Claudia se centrará en una combinación de tácticas militares y de inteligencia. A pesar de las críticas, la militarización de la seguridad pública continuará, con la Guardia Nacional bajo control militar. Sin embargo, ha prometido elevar la cirugía investigativa y de inteligencia a política de Estado, buscando soluciones más allá de la mera contención. Esto incluye una mayor colaboración con las fuerzas de seguridad estadounidenses (ahora sí) para realizar intervenciones específicas antes de que las batallas entre cárteles se salgan de control.
Otro desafío significativo es la violencia en regiones específicas como Guanajuato, Guerrero, Zacatecas, Sinaloa y Michoacán, donde los homicidios y la extorsión son rampantes. La presidenta deberá abordar estas crisis regionales con un enfoque integral que combine el despliegue de tropas con iniciativas de desarrollo social y económico para atacar las raíces de la violencia.
Claudia deberá enfrentar la tarea de restaurar la confianza pública en las instituciones de seguridad. La corrupción, impunidad y falta de transparencia han erosionado la credibilidad de las fuerzas del orden, y será crucial implementar reformas que garanticen la transparencia y la rendición de cuentas.
Tras la designación de Omar García Harfuch como Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, conocido por su trabajo en la Ciudad de México, pero aún más conocido por ser particular, hijo de y nieto de, se espera se cuente con estrategias de acción, liderazgo y medición, esperemos sin causar daños a la ciudadanía; el grave problema para Omar será transitar los pactos pasados o ratificados del sexenio Obrador, que por cierto nunca le tuvo afecto.
Claudia tiene ante sí un panorama complejo y desafiante en materia de seguridad y seguridad para las mujeres. Su congruencia de Gobierno dependerá de su capacidad para equilibrar la mano dura contra el C.O con estrategias que aborden las causas subyacentes de la violencia. La Nación observa con esperanza y expectación cómo la nueva Presidenta enfrentará estos retos monumentales. Tienen 6 años al frente, con Cámaras, presupuesto y Gobernadores, les quedan otros 6, no hay excusas.