Matrimonio infantil forzado, una lamentable realidad

 Matrimonio infantil forzado, una lamentable realidad

El matrimonio infantil forzado, es una realidad que lamentablemente hoy en pleno año 2023 vivimos en nuestro Estado y país, dicha práctica constituye una grave violación de los derechos humanos de las mujeres, al tratarse de niñas y jóvenes menores de edad que adolecen de plena conciencia, condiciones físicas y emocionales para dar su consentimiento en una relación formal, como es el casamiento.

El matrimonio infantil forzado, es un problema de usos y costumbres, ya que dicha práctica es aceptada y normalizada en algunas comunidades, pero ilegal, ya que la última reforma en la materia, publicada en el DOF el 3 de junio de 2019, modificó el Código Civil Federal para prohibir el matrimonio infantil, al reformase el artículo 148 se estableció que para contraer matrimonio es necesario haber cumplido dieciocho años.

La ONG Save the Children fijo las siguientes conclusiones respecto al matrimonio infantil forzado:

• El matrimonio en el que al menos uno de los contrayentes es menor de 18 años es considerado como práctica nociva, de acuerdo a estándares internacionales.

• La flexibilización de la edad mínima para contraer matrimonio, a través de la figura de las “dispensas” expone a niñas, niños y adolescentes a serias violaciones a los derechos humanos.

• El matrimonio a temprana edad, bajo el amparo de las “dispensas”, obstaculiza el ejercicio de derechos como a la educación, a la salud, al desarrollo, entre otros, y perpetua situaciones de precariedad y violencia contra la mujer, de acuerdo a cifras oficiales.

• El matrimonio infantil profundiza diferencias de género y afecta gravemente el derecho a no ser discriminado de las mujeres (niñas).

Resulta deplorable y doloroso que México se encuentre en el lugar número 8 de 20 de los países con mayor número de matrimonios infantiles de acuerdo con la ONU, y si hablamos ahora de la situación estatal, Apolinar Josafat Mendoza titular de Consejo Estatal de Población en Michoacán, señaló que, en la Meseta Purépecha, sigue existiendo el matrimonio forzado, lo que también genera que esta zona sea una de las que mayores índices de embarazo en adolescentes presenta. 

Debemos visibilizar esta problemática y generar acciones de fondo para terminar con los matrimonios infantiles, por ello, celebro que en días pasados el Diputado Ernesto Núñez Aguilar, presentó una iniciativa ante el pleno del Congreso de Michoacán, para promover la sanción de esta práctica que anula el derecho al libre desarrollo de la personalidad y que cosifican a las niñas obligándolas a casarse o ser vendidas como esposas, con miras a su erradicación. 

Dicha propuesta adiciona el capítulo VI y artículo 163 Ter, al Título Cuarto del Código Penal para el Estado de Michoacán, en donde señala que comete el delito de cohabitación forzada de personas menores de dieciocho años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo, quien obligue, coaccione, induzca, solicite, gestione u oferte a una o varias de estas personas a unirse informal o consuetudinariamente, con o sin su consentimiento, con alguien de su misma condición o con persona mayor de dieciocho años de edad, con el fin de convivir en forma constante y equiparable a la de un matrimonio.

Al responsable de este delito se le impondrá́ una pena de ocho a quince años de prisión, no debemos permitir que se les siga robando la infancia, los sueños y en general el futuro a las niñas mexicanas.

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Jorge Osnaya González

Lic. en Derecho con estudios en Gerencia Pública y Política Social. Asesor Parlamentario en el Congreso de Michoacán y Miembro del Colegio de Abogados.

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