“No fueron tantos” … Un huracán volvió a exhibir que el presidente vive en el año 1980 y tantos…

Si bien, no es pertinente otorgar de manera absoluta la responsabilidad de lo que hoy está sucediendo en Guerrero al gobierno actual, pero es evidente que la situación siempre puede empeorar.

Hoy, vivimos la consecuencia de grandes equivocaciones en la gestión gubernamental del presidente, carentes de sensatez, donde programas como lo era FONDEN que son esenciales para la defensa y reconstrucción en desastres naturales hoy no existen. 

El estado de Guerrero, se encuentra completamente en desastre, debido a la falta de respuesta del gobierno y la falta de advertencia sobre el impacto del huracán categoría 5, factor que podría haber prevenido pérdidas humanas y además de la asistencia a damnificados en las primeras 48 horas. 

Las consecuencias de este desastre no han sido comprendidas aún. Para la 4T es un logro enorme la entrega de ocho mil despensas y 16 mil litros de agua. Y para colmo, la ayuda humanitaria de todos los mexicanos condicionada, ahora tenemos que ampararnos para ejercer el libre tránsito por nuestro país, otro golpe para sociedad civil, vaya forma de capitalizarse rumbo al 2024.

Durante un desastre natural la información que da el estado es tan vital como agua y alimentos, tener a una sociedad informada es un labor fundamental del jefe de estado. La incertidumbre y el temor hoy ha generado la serie de saqueos que hemos visto, una sociedad descontrolada no permite que rescatistas actúen. La comunicación debe fortalecer la confianza, sin politizar el problema. Como dice Ricardo Alemán, definitivamente es una tragedia natural y política, la empatía y el ánimo social nacional es clave, ahora tenemos que identificar las instancias de gobierno responsables de esta omisión y exigir transparencia en el uso de los recursos destinados a catástrofes además de un plan con urgencia que le brinde seguridad a la ciudadanía.