El elogio a la locura: MICHOACÁN La eterna ausencia de seguridad por José Alberto Guerrero

 El elogio a la locura: MICHOACÁN  La eterna ausencia de seguridad por José Alberto Guerrero

«La consolidación de un proyecto de seguridad pública

requiere de tiempo y de una inversión de recursos

que trasciende periodos electorales y proyectos políticos.»

David Blanc

MICHOACÁN

La eterna ausencia de seguridad.

La semana antepasada platicamos sobre lo que implica el Nuevo Modelo Nacional de Policía, el cuál por cierto es una sugerencia institucional para que los estados y municipios apliquen a sus estados de fuerza.

En una plática virtual con María Elena Morera, Dirigente de Causa en Común, que es una OSC que se dedica a estudiar las condiciones de trabajo, legalidad y mejoramiento de los policías de este país, me hizo una observación muy sensata: El Modelo es una perspectiva utópica que muy pocos municipios o estados podrían sostener y aplicar, en su gran mayoría tendrían problemas para su implementación por el alto costo y las modificaciones legales y políticas que nadie quiere hacer.

Y de inmediato me recordó todas las condiciones en que en su momento tuvimos que pasar para poder aplicar un prototipo de este modelo en Morelia bajo la administración de Alfonso Martínez y que muy pocos actores trascendentales entendieron las bondades del mismo, incluidos los propios policías.

Pero de que es un esquema de trabajo brillante, sin duda lo es.

Pero se necesitan muchas capacidades operativas, voluntades políticas, recursos económicos que el propio gobierno federal no quiere destinar y un extricto conocimiento de la arquitectura estructural y reformas policiales para su adecuada aplicación.

Y este preambulo es el perfecto para hablar del desorden, descontrol, falta de estrategia o cómo popularmente se le llama, SOBERANO DESMADRE, a lo que sucede con el rubro Seguridad en Michoacán y particularmente en los grandes núcleos urbanos cómo son Morelia, Uruapan, Zamora y por donde le busque.

Los párrafos anteriores fueron redactados antes de que ocurrieran los lamentables sucesos de la semana pasada, donde en un vuelo de helicóptero fallecieron el Mtro. José Martín Godoy Castro, Secretario de Seguridad Pública del estado, jentre otros funcionarios.

Pero el vacío en materia de seguridad existe, no nada más desde la muerte del secretario, sino desde antes, porque los lamentables hechos que se estan dando en el estado, han puesto a pensar a más de uno, si realmente hay una estrategia en materia de seguridad, porque al parecer la apuesta de muchos gobiernos es la solución mágica de la entrada de la «Guardia Nacional».

La cuál por cierto, hasta el momento cumple las funciones que tenía la Gendarmería Nacional, es decir, padrotear en el centro de Morelia o de algunas otras ciudades, llegar tarde a los hechos de armas, no firmar los IPH de los hechos que tienen y demostrar que no hay una adecuada coordinación con los gobiernos estatales y ni que decir los municipios, donde estos le tapan el ojo al macho de la inseguridad con la esperanza de que la milicia les resuelva sus propias facultades constitucionales.

Estos hechos, son episodios dignos de una tragicomedia, donde desafortudamente con la muerte del titular de la seguridad del estado no es el desenlace de todo. Delata que el gobierno estatal y por ende sus homólogos municipales, no tienen control, falta una estrategia acorde y sobretodo la llegada de resultados tangibles.

Todo esto hace ver a Michoacán cómo un estado fallido en materia de seguridad, no desde ahora, que hay la falta en la titularidad de la dependencia, sino desde muchos años atrás. Y esto no es culpa de los policías que reciben órdenes, es la falta de visión de la autoridad por ordenar de manera administrativa y operatica, quizás al ente más impportante de gobierno y que no ha sido valorado como tal: La Policía.

Primer Acto:

La falta de una política criminal por parte del estado y municipios.

En efecto aunque tengamos un gobernador y varios presidentes municipales que «apuestan» por fortalecer sus policías, la realidad es que únicamente ha sido de dientes para afuera. Con cambios de funcionarios de la noche a la mañana, con un desorden administrativo y poco transparente en materia de los recursos que se invierten tanto en operatividad, capacitación y reclutamiento policial, pocos resultados ha habido tanto en la administración estatal, cómo en muchos municipios.

La política criminal, debe ser el eje toral de las acciones en materia de seguridad, la vemos ausente dentro de los lineamientos de las corporaciones tanto estatal, cómo municipales en Michoacán.

Una definición muy snecilla es la siguiente:

«Es el conjunto de respuestas que un Estado estima necesario adoptar para hacerle frente a conductas consideradas reprochables o causantes de perjuicio social con el fin de garantizar la protección de los intereses esenciales del Estado y de los derechos de los residentes en el territorio bajo su jurisdicción.»

Si observan nuestras instituciones de seguridad tanto estatal cómo municipales, no hay tales acciones. Si muchos piensan que la solución son las famosas pláticas de proximidad, las juntas vecinales y los acercamientos infantiles estan equivocados.

En efecto son un instrumento de la misma que generará datos que ayuden a realmente tener una noción científica de la situación que prevalece en sus jurisdicciones., lo cuál ayudará a la generación de políticas públicas en la materia. Pero jamás debemos de pensar que es la varita mágica para solucionar la incidencia delictiva y recomponer el tejido social.

Tanto SSP cómo las corporaciones municipales de Michoacán no tienen bien definida esta cuestión.

Michoacán y sus municipios necesitan generar datos, la falta de datos veraces hacen que no se tenga una adecuada planeación y por ende una estrategia fundamentada. Todo ello basado en profesionales del área, reclutados cómo policías para que atendiendo la perspectiva del SJPA puedan tener ese campo académico, pero a la vez cuando se necesite de ellos en la operatividad de esas soluciones, no haya impedimentos.

Segundo Acto

La Capacitación policial, ese barril sin fondo ni transparencia…

En esta semana leía encabezados donde el Director del IESSSP J. Antonio Bernal Bustamanete se quejaba amargamente que muchos municipios fueron obligados a no firmar su capacitación con la institución que el preside por cuestiones políticas.

En efecto es una parte del negocio, pero también hay una cuestión muy importante, el trato que brinda a los cadetes dentro de la institución donde busca establacer una «disciplina militar» en una institución que constitucionalmente es civil. Hay documentados casos de violaciones de derechos humanos, acosos a los cadetes y una capacitación que no corresponde a lo que los clientes erogan.

Sumando a ello la falta de formalidad para la entrega de evidencias que se tienen que entregar a la Federación para justificar los recursos económicos concertados por los municipios para tal efecto.

Y esto únicamente tratandose de esta institución del Gobierno del estado, que si me voy con los municipios, hay algunos ( Morelia) con la ocurrencia de darles formación inicial en sus instalaciones ( insuficientes para ser un plantel policial) a los aspirantes de policía. Nada más indigno para quien en su momento obtuvo cerca de 80 millones de pesos por su buen funcionamiento y que ahora ha vuelto a ser una corporación de rancho sín las mínimas prácticas de dignidad para sus elementos.

Si a esto le sumamos las grandes cantidades invertidas por la federación en materia del SJPA, lo cuál por cierto no ha rendido frutos debido a que muchas corporaciones han decidido trabajar de manera rupestre con sus elementos. Sin el equipamiento adecuado, sin tecnología, sin un trato digno para los elemtnos y sin el aprovechamiento de liderazgos o de profesionales de diversas áreas que puede ser aprovechados en la corporación.

Todo ello sin el mínimo dejo de modificaciones estructurales y de tecnología que ayude a que el policía haga su labor con la certeza jurídica y operativa de que no tendra ningún error.

Un ejemplo muy claro es el llenado del Informe Policial Homologado (IPH), que es la base toral de las denuncias, el cuál muchos elementos desconocen su llenado y que es importante que todos y cada uno de los policías sepa que es el sustento de su actuación.

Y con las más recientes modificaciones legislativas en materia de seguridad ( la tan mentada Guardia Nacional), ahora que este cuerpo de seguridad no se hace responsable de las detenciones por el desconocimiento de sus propias leyes, es momento de que nuestras policías sean lo más transparentes en los ejercicios de capacitación y de cumplimiento de metas académicas y administrativas.

Tercer Acto

Instituciones estructural y operativamente muertas.

Tanto SSP cómo policias municipales han trabajado de manera rupestre. El SJPA de manera implícita obligaba a reestructurar las instituciones para poder dar cumplimiento a las modificaciones constitucionales. Atender esta cuestión era una situación de premura que tanto el gobierno estatal , cómo sus homólogos municipales no lo hicieron.

Quizás en un intento salido por arte de magia, Morelia quizo salirse del redil con modificaciones importantes para poder atender estas perspectivas. Con sus altas y bajas se pudo cumplir con los lineamientos nacionales, pero bajo el cambio de colores y de gobierno, la labor se perdión dado que toda esta modficiación fue echada para atrás con el pretexto de que no tenían esas facultades.

Se necesitan unidades de política criminal, de investigación policial, oficinas receptoras de denuncias por parte de la Policía. El Nuevo Modelo Nacional de Policía que si bien aún no es un documento que sea de obligatoriedad, establece que las corporaciones deben de realizar estas labores, ¿hasta cuando lo veremos reflejado en Michoacán y sus municipios? . . .

Cuarto Acto

Policía vs Fiscalías

La policía tiene sus funciones cómo la prevención del delito, la proximidad, la investigación delictiva y la conjunción de las pruebas del delito por medio de los diversos protocolos existentes.

En ningún momento rivalizan con las fiscalías, de hecho una complementa a la otra. LA LABOR DE LAS FISCALÍAS ES LITIGAR LOS CASOS Y GANARLOS.

Al parecer ese es otro de los cotos de poder que ha sido la joya de la corona.

Tenemos fiscalías y procuradurias ( quizás las únicas en el mundo en contar con «policía de investigación») que se enojan cuando los policías realizan investigación y pretenden echar abajo los casos. La constitución y las leyes son claras, nunca dice o menciona que policía o cuál debe ser la única que detente el control de las investigaciones. Pero este ha sido un celo político que sólo ha entorpecido la labor de unas entidades con otras. Michoacán no ha sido la excepción y pretender que las fiscalías también dentro de sus funciones sea la prevención del delito es algo totalmente inadecuado.

En conclusión…

La desafortunada muerte de José Martín Godoy en ningún momento desnudó algo que sabíamos que sucede dentro de la SSP Michoacán. Es una ausencia de operatividad que viene desde los tiempos de Leonel Godoy como Gobernador ( en que vivimos una crisis similar a la actual), donde el alza en la incidencia delictiva y la saña de los cárteles criminales han evidenciado ue no hay una estrategia ni tampoco una solución.

Y en contraste también evidencía a los municipios los cuales ahora se encuentran con la esperanza de que les toque una Guardia Nacional espuria que bajo el ojo clínico de muchos especialistas, no tiene atribuciones para realizar las labores de seguridad.

Investigador del Foro Latinoamericano de Antropología del Derecho.

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Redaccion Indicio Michoacán

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