Michoacán 2021; El olvido en la seguridad.

#SeguridadSinPretextos

 

A lo largo del año 2020, una de las promesas que siguen durmiendo el sueño de los justos en nuestro estado, son los temas de seguridad, eficacia en la procuración de justicia y la agilización de los procesos judiciales, los cuales mantienen a los ciudadanos en vilo, cada que tienen que acudir, por alguna vicisitud, a cualquiera de estos tres pandemónium de los niveles estatal y municipal.

A diferencia de lo que nos han venido presumiendo con cifras y gráficas que sólo impresionan a quien no conoce de estos temas, la seguridad en el estado de Michoacán y en municipios como Morelia, sigue siendo un derecho humano que no estamos encontrando porque en la realidad no existe.

Diario en los diferentes medios de comunicación del estado y en algunos nacionales siempre encontramos una noticia sobre Michoacán, la gran mayoría de ellas en temas de seguridad, nunca en una perspectiva positiva. Pero nuestras autoridades insisten, en que se esta construyendo la mejor policía del país. Situación que por supuesto, queda entredicho con los pobres resultados que han ofrecido a la ciudadanía.

Entre los pobres resultados obtenidos por las instituciones a nivel estatal y municipal, y donde los conjugamos con los pírricos resultados que ha brindado esa gran iniciativa federal llamada “Guardia Nacional” (que siempre veo en los estacionamientos de centros comerciales “padroteando”, sin ejercer sus funciones), pues seguimos pagando los propios ciudadanos con la inoperancia de las instituciones de seguridad.

Seguimos estacionados en la desobediencia al mandato del Consejo Nacional de Seguridad de no implementar el Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica. Seguimos en la necedad de querer vender cantidad de elementos, pero no vendemos la calidad del servicio. Los escándalos dentro de las propias corporaciones de seguridad son el pan nuestro de cada día. Las redes sociales hacen su trabajo visibilizando estas situaciones, pero quienes en realidad deberían de hacer su labor, que son las instancias disciplinarias de las propias corporaciones, siguen durmiendo el sueño de los justos, sin mostrar un golpe de autoridad y limpiar a estas instituciones tanto de elementos nocivos, como de mandos corruptos. Seguimos pensando la policía como en los tiempos de Arturo Durazo Moreno.

Los despliegues operativos no son lo suficientemente contundentes para inhibir el delito, ni para realizar proximidad social, son simplemente un amontonamiento de policías en patrullas con alta velocidad, actitud altanera y desorden en las actuaciones, que sin duda pueden causar un impacto de autoridad para el ojo común. Para quienes hemos estudiado este fenómeno por algún tiempo, sólo nos causa risa al ver la forma tan rupestre de querer tapar el pozo con un circo romano.

Y si a ello le sumamos la profunda inoperancia de la Guardia Nacional, terminamos por seguir pensando en números, en vez de pensar en calidad, en políticas públicas que sean eficaces y eficientes, que ayuden a combatir los delitos, amén de que seguimos estacionados en las soluciones punitivas.

El Sistema de Justicia Penal Acusatorio, de ningún modo funcionará sin que las policías, tanto estatales como municipales estén capacitadas y operando de forma coordinada. Mientras tanto seguiremos estacionados en la misma lógica numérica que tiene el titular de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal que es muy incoherente y por el otro lado seguiremos operando con la misma ineficacia, ineficiencia, opacidad y corruptelas que han caracterizado a la Corporación a cargo del Municipio de Morelia.

Sin una instancia que procure crear, impulsar y analizar la Política Criminal que integre las diferentes miradas disciplinarias que esta debe englobar, seguiremos perdidos pensando en la punitividad, el castigo y los despliegues faraónicos (sin resultados claro), sin mirar que coordinando todas las instancias que ayuden a reducir los índices del delito mediante la generación de política pública acorde a cada tiempo y espacio, seguiremos perdidos.

En seguridad, Michoacán seguirá perdido si no atendemos la calidad en la materia, si no dejamos de pensar en números, por encima de la generación de política pública, si no dejamos de creer que “dejando un plan transexenal” se va a ejecutar, cuando cada gobierno impone su estilo y crea sus instituciones de acuerdo a sus colores y modelos, si no dejamos de impulsar a mandos y funcionarios corruptos y si no dejamos de verificar lo que sucede día con día en la propia academia de Policía, pensando que formando policías con disciplina militar, estamos poniendo orden a los elementos.

Recordemos, la vía de la seguridad pública es civil, ya estamos padeciendo los estragos de una militarización que no nos está dejando ningún rubro positivo y si en cambio está dándole un poder factico, enorme, inconmensurable a las instituciones militares.

Coordinador del Observatorio de la Guardia Nacional Capítulo Michoacán.

Académico integrante del Observatorio de la Guardia Nacional.

Investigador del Foro Latinoamericano de Antropología del Derecho.

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Alberto Guerrero Baena II

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