Uno no siempre termina junto al amor de su vida por Juan Pablo Santos

Así es el amor, incierto.

Creo que el espacio para el amor de tu vida es único e intransferible, muchas veces llega cuando no hemos alcanzado la madurez emocional necesaria para conservarlo y en otras ocasiones llega en el momento preciso en el cual eres capaz de cuidarlo.

En esta ocasión quiero compartir la historia de dos personas que literalmente iniciaron su historia de amor en un palacio en el centro de una hermosa ciudad.

Desde el minuto cero, ambos supieron de algún modo que su nombre quedaría tatuado en el corazón del otro. Al paso de los días, las semanas y los meses, el vínculo se fortaleció y la nueva pareja así como sus amigos y familiares fueron testigos de la gran relación que ambos estaban viviendo.

Uno de ellos, conoció el verdadero amor en pareja, aprendió la importancia de disfrutar cada instante de la vida, contrario a las ideas arraigadas y estructuradas que le inculcaron desde pequeño. Gracias a lo vivido pudo enfrentarse con sus propios miedos al rechazo y al abandono, sabiendo que si las cosas no salían como esperaba, no sería más débil, sino más sabio en las asignaturas de la vida. Al final, pudo integrar el significado de carpe diem (disfruta el momento)

La otra persona, con un espíritu viajero y aventurero, pudo establecerse en un mismo lugar y con la misma persona que tanto admiraba, esa con quien disfrutaba despertar por las mañanas e iniciar una plática profunda sobre la vida y sus vicisitudes, para reafirmarse una y otra vez que hasta hoy, esos días vividos en pareja han sido la mejor experiencia de su vida.

Ambos supieron que eran el amor de su vida y decidieron unir su destino, pero aveces el amor no es suficiente para sostener una relación porque hay asuntos personales no resueltos que abonan al no crecimiento de la pareja. En su caso, la relación terminó y por muchos años, sus corazones permanecieron unidos por el dolor que causó la separación. Y aunque por mucho tiempo no dejaron de pensarse a diario, entendieron que lo único que podían hacer era honrar el gran amor que vivieron.

¿Qué podemos hacer si vivimos una historia similar? Primero aceptar lo ocurrido, porque no es justo dejar que nuestra capacidad de amar muera junto con la relación. Segundo, dale un buen lugar en tu corazón a esa relación que marcó tu vida para bien o para mal pero vive en paz con lo sucedido. Y tercero, no midas con la misma vara a tus próximas parejas, no sería justo para tus próximos prospectos ni para ti mismo.

Si, así es el amor, incierto.

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